domingo, 17 de julio de 2011

Canción de taberna, de Purcell

Vamos, bebamos
No pensemos en vano como tontos
En el dolor y la tristeza:
Dejemos correr el dinero
Y dejemos morir nuestras penas,
Locura son las preocupaciones terrenas.

Que el vino y los brindis
A pesar de nuestros temores
Nos colmarán de alegría, muchachos,
El tiempo que vivamos
Démonos al vino,
Que todos volveremos a la tierra, muchachos.

Haced pasar la copa.
La delicia de mi alma,
Y que vuelva a mi mano;
¡Al diablo con el dinero!
Está hecho para pagarse un trago
Gastémoslo antes de morir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario