No se van en trenes con maletas de cartón pero llevan sus bienes más preciados: un portátil, un móvil de última generación regalado por un familiar o conseguido a base de una lucha de puntos sin cuartel.
Suelen tomar un vuelo de bajo coste, cazado pacientemente en las redes de Internet. Se van a hacer un máster, o han logrado una mal llamada beca Erasmus que costará a la familia la mitad de sus ahorros. Otras veces van a hacer de au-pair, de auxiliar de conversación, o a cualquier trabajo temporal. La familia va a despedirlos a la puerta de embarque y mientras se alejan disimularán unos su pena y otros su incipiente desamparo. "Es por poco tiempo -se dicen-. Dominarán el idioma, conocerán mundo... Regresarán en pocos meses". Hasta hace poco era un privilegio de los nuevos tiempos que les permitía gozar de una libertad sin límites, de un mundo sin fronteras, de una capacidad casi infinita de aprendizaje... Hasta que llegó la crisis y la maleta pareció distinta, la espera en la fila de embarque más embarazosa, la despedida más triste y el fantasma de la ausencia definitiva más cercano. No. No llevan maletas de cartón, ni hay aglomeraciones en el andén de la despedida. No se marchan en grupo, sino uno a uno.
Aparentemente nada les obliga. Ha sido una cadena invisible de acontecimientos. Estuvieron allí hace unos años, o tienen una amiga que les ha informado de que puede encontrar algún trabajo con facilidad. No pagarán mucho, eso es seguro, pero podrán ganarse la vida con cierta facilidad... A fin de cuentas aquí no hay nada. Y se marchan poco a poco, sin alboroto alguno. Un goteo incesante de savia nueva que sale sin ruido de nuestro país, desmintiendo la vieja quimera de que la historia es un caudal continuo de mejoras. No hay estadísticas oficiales sobre ellos. Nadie sabe cuántos son ni adonde se dirigen. No se agrupan bajo el nombre oficial de emigrantes. Son, más bien, una microhistoria que se cuenta entre amigos y familiares.
"Mi hija está en Berlín", "se ha marchado a Montpellier", "se fue a Dubai" son frases que escuchamos sin reparar en el significado exacto que comportan. Escapan a las estadísticas de la emigración porque suelen tener un nivel alto de estudios y no se corresponden con el perfil típico de lo que pensamos que es un emigrante. Quizá en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país. En los tiempos de crisis que detallan cada euro gastado nadie computa los centenares de miles de euros empleados en su formación y regalados a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, con una ignorancia sin parangón. Menos aún se cuantifican el esfuerzo de sus familias, las ilusiones perdidas y sus sueños rotos en mil pedazos. No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que azota especialmente a Andalucía, que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente, nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra. No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos.
Si fuese posible curar las penas con el llanto y resucitar a los muertos con las lágrimas, el oro sería menos valioso que la tristeza. Sófocles, Escirios. Frag 510
martes, 28 de febrero de 2012
domingo, 26 de febrero de 2012
Ständchen, de Schubert
La conocida serenata que, cuando es cantada, tiene esta letra:
Quedo te imploran mis canciones
a través de la noche.
¡Abajo, en la tranquila arboleda,
amada, ven allí a mi lado!
Murmurantes, esbeltas copas susurran
a la luz de la luna;
del traidor el acecho hostil
no temas, tú, amada.
¿Oyes gorjear a los ruiseñores?
¡Ay! Ellos te imploran.
Con el sonido de dulces quejas
imploran por mí.
Comprenden el anhelo del pecho,
conocen el dolor del amor,
conmueven con los argentinos sonidos
a todo tierno corazón.
Deja también conmoverse tu pecho,
amada, escúchame;
¡Trémulo aguardo el encuentro!
¡Ven, hazme feliz!
Quedo te imploran mis canciones
a través de la noche.
¡Abajo, en la tranquila arboleda,
amada, ven allí a mi lado!
Murmurantes, esbeltas copas susurran
a la luz de la luna;
del traidor el acecho hostil
no temas, tú, amada.
¿Oyes gorjear a los ruiseñores?
¡Ay! Ellos te imploran.
Con el sonido de dulces quejas
imploran por mí.
Comprenden el anhelo del pecho,
conocen el dolor del amor,
conmueven con los argentinos sonidos
a todo tierno corazón.
Deja también conmoverse tu pecho,
amada, escúchame;
¡Trémulo aguardo el encuentro!
¡Ven, hazme feliz!
jueves, 23 de febrero de 2012
Depredadores
No se si visteis ayer en el canal 24 horas que siempre termina el telediario de la noche con estupendos documentales de actualidad , “El desencanto de Europa”, que en este fragmento explica bien como hemos caído en la crisis por cuestiones como que el sistema financiero británico funcione como refugio de evasores de impuestos y que en Francia el sector haya estado disfrutado un 20 %de beneficio con una economía que no crecía más que el 3%, y que según este señor, tendremos que salir de ella no por razones de racionalidad sino como consecuencia de una catástrofe. Estamos locos estos romanos!
jueves, 16 de febrero de 2012
De Wislawa
Se los cataloga como poemas de amor, y el amor está en ellos, pero diría que el amor, inevitable en todo lo humano, es casi un vehículo para una reflexión mayor. Cada instante, cada suceso, es un pequeño eslabón de una cadena que, a veces creemos circular y repetitiva, como le gusta a tantos poetas y escritores; pero que sin embargo es diferente y única. ¿Quizás Wislawa sugiere que va marcando un destino certero, aunque desconocido?.
Amor a primera vista
Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
Nada dos veces
Nada sucede dos veces
ni va a suceder, por eso
sin experiencia nacemos,
sin rutina moriremos.
En esta escuela del mundo
ni siendo malos alumnos
repetiremos un año,
un invierno, un verano.
No es el mismo ningún día,
no hay dos noches parecidas,
igual mirada en los ojos,
dos besos que se repitan.
Ayer mientras que tu nombre
en voz alta pronunciaban
sentí como si una rosa
cayera por la ventana.
Ahora que estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Como una flor o una piedra?
Dime por qué, mala hora,
con miedo inútil te mezclas.
Eres y por eso pasas.
Pasas, por eso eres bella.
Medio abrazados, sonrientes,
buscaremos la cordura,
aun siendo tan diferentes
cual dos gotas de agua pura.
Amor a primera vista
Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
Nada dos veces
Nada sucede dos veces
ni va a suceder, por eso
sin experiencia nacemos,
sin rutina moriremos.
En esta escuela del mundo
ni siendo malos alumnos
repetiremos un año,
un invierno, un verano.
No es el mismo ningún día,
no hay dos noches parecidas,
igual mirada en los ojos,
dos besos que se repitan.
Ayer mientras que tu nombre
en voz alta pronunciaban
sentí como si una rosa
cayera por la ventana.
Ahora que estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Como una flor o una piedra?
Dime por qué, mala hora,
con miedo inútil te mezclas.
Eres y por eso pasas.
Pasas, por eso eres bella.
Medio abrazados, sonrientes,
buscaremos la cordura,
aun siendo tan diferentes
cual dos gotas de agua pura.
lunes, 13 de febrero de 2012
Ellos, que codician hasta el polvo de la tierra
A todos aquellos que
…Venden al justo por plata,
Y al necesitado por zapatos;
Ellos, que codician hasta el polvo de la tierra
Que se encuentra sobre las cabezas de los pobres,
Y desvían el camino de los humildes.
Amós 2:6-7; cf.5:11
…Venden al justo por plata,
Y al necesitado por zapatos;
Ellos, que codician hasta el polvo de la tierra
Que se encuentra sobre las cabezas de los pobres,
Y desvían el camino de los humildes.
Amós 2:6-7; cf.5:11
domingo, 12 de febrero de 2012
Millán Astray
Leía un artículo firmado por Millán Astray en 1916, en torno al crimen que investigo. Ahondando en el personaje, he llegado a la descripción de la famosísima escena con Unamuno. Anda que tenía coraje este hombre, da escalofríos sólo imaginarse la turbamulta a su alrededor y él en medio de todo eso.
Lo que sucedió, según cuenta en su magna obra La guerra civil española el hispanista inglés Hugh Thomas, es lo siguiente: el profesor Francisco Maldonado, tras las formalidades iniciales y un apasionado discurso de José María Pemán, pronuncia un discurso en que ataca violentamente a Cataluña y al Vascongadas, calificando a estas regiones como "cánceres en el cuerpo de la nación. El fascismo, que es el sanador de España, sabrá como exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos. "
Alguien grita entonces, desde algún lugar del paraninfo, el famoso lema "¡Viva la muerte!". Millán-Astray responde con los gritos con que habitualmente se excitaba al pueblo: "¡España ..."; ".. una!", responden los asistentes.
(Algunos jóvenes estudiantes falangistas (según otros carlistas) intentan enmendar el viva la muerte con vivas a Cristo Rey y a la paz misericordiosa (...) pero son apagados por los ensordecedores gritos de ritual pseudorracionales y acaban siguiéndolos).
- "¡España ...", vuelve a exclamar Millán-Astray; ".. grande!", replica el auditorio.
- "¡España ...", finaliza el general; "... libre!", concluyen los congregados.
Después un grupo de falangistas ataviados con la camisa azul de la Falange hacen el saludo fascista, brazo derecho en alto, al retrato de Francisco Franco que colgaba en la pared. Se intenta así enmendar el incidente aunando esfuerzos de hermandad y moral (algo quebrada por el incidente) al unísono.
Miguel de Unamuno, que presidía la mesa, se levanta lentamente y dice: "Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso -por llamarlo de algún modo- del profesor Maldonado, que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo , dice Unamuno señalando al obispo de Salamanca-, lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona. Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito "¡Viva la muerte!" y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor."
En ese momento Millán-Astray exclama irritado "Muera la intelectualidad traidora" "Viva la muerte" aunque por el gran alboroto del público no se percibió esa frase, que fue solo oída por la gente que estaba más cerca del general, naciendo así la leyenda de que realmente dijo:"¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!"(leyenda que nace de las declaraciones de Serrano Suñer el cual no se encontraba en la universidad), aclamado por los asistentes. El escritor José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos, aclara: "¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!".
Miguel de Unamuno, sin amedrentarse, continúa: "Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho."
A continuación, con el público asistente encolerizado contra Unamuno y lanzándole todo tipo de insultos, algunos oficiales echaron mano de las pistolas... pero se libró gracias a la intervención deCarmen Polo de Franco, quien agarrándose a su brazo lo acompañó hasta su domicilio.
Lo que sucedió, según cuenta en su magna obra La guerra civil española el hispanista inglés Hugh Thomas, es lo siguiente: el profesor Francisco Maldonado, tras las formalidades iniciales y un apasionado discurso de José María Pemán, pronuncia un discurso en que ataca violentamente a Cataluña y al Vascongadas, calificando a estas regiones como "cánceres en el cuerpo de la nación. El fascismo, que es el sanador de España, sabrá como exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos. "
Alguien grita entonces, desde algún lugar del paraninfo, el famoso lema "¡Viva la muerte!". Millán-Astray responde con los gritos con que habitualmente se excitaba al pueblo: "¡España ..."; ".. una!", responden los asistentes.
(Algunos jóvenes estudiantes falangistas (según otros carlistas) intentan enmendar el viva la muerte con vivas a Cristo Rey y a la paz misericordiosa (...) pero son apagados por los ensordecedores gritos de ritual pseudorracionales y acaban siguiéndolos).
- "¡España ...", vuelve a exclamar Millán-Astray; ".. grande!", replica el auditorio.
- "¡España ...", finaliza el general; "... libre!", concluyen los congregados.
Después un grupo de falangistas ataviados con la camisa azul de la Falange hacen el saludo fascista, brazo derecho en alto, al retrato de Francisco Franco que colgaba en la pared. Se intenta así enmendar el incidente aunando esfuerzos de hermandad y moral (algo quebrada por el incidente) al unísono.
Miguel de Unamuno, que presidía la mesa, se levanta lentamente y dice: "Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso -por llamarlo de algún modo- del profesor Maldonado, que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo , dice Unamuno señalando al obispo de Salamanca-, lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona. Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito "¡Viva la muerte!" y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor."
En ese momento Millán-Astray exclama irritado "Muera la intelectualidad traidora" "Viva la muerte" aunque por el gran alboroto del público no se percibió esa frase, que fue solo oída por la gente que estaba más cerca del general, naciendo así la leyenda de que realmente dijo:"¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!"(leyenda que nace de las declaraciones de Serrano Suñer el cual no se encontraba en la universidad), aclamado por los asistentes. El escritor José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos, aclara: "¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!".
Miguel de Unamuno, sin amedrentarse, continúa: "Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho."
A continuación, con el público asistente encolerizado contra Unamuno y lanzándole todo tipo de insultos, algunos oficiales echaron mano de las pistolas... pero se libró gracias a la intervención deCarmen Polo de Franco, quien agarrándose a su brazo lo acompañó hasta su domicilio.
sábado, 11 de febrero de 2012
La casa de mi padre
Un gran poeta Vasco. Aunque no sé si el poeta que defendía la casa de su padre con tal denuedo había tenido en cuenta las reformas de Rajoy, la acción de los bancos...
LA CASA DE MI PADRE
Gabriel Aresti, 1963
Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé
la casa
de mi padre.
Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé
los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.
Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;
me dejarán
sin brazos,
sin hombros
y sin pechos,
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.
Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá
en pie.
LA CASA DE MI PADRE
Gabriel Aresti, 1963
Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé
la casa
de mi padre.
Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé
los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.
Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;
me dejarán
sin brazos,
sin hombros
y sin pechos,
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.
Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá
en pie.
miércoles, 8 de febrero de 2012
Una voz que me enamora
Éste es un amor secreto, porque nunca hablé de ella. Hace muchos años busqué hasta encontrar una opereta de Offenbach, de la que había oído un trozo: “La périchole”. No era la más famosa de su autor pero esta opereta traía con ella una voz que busqué hasta dar con ella. Desde siempre, esa voz me enamoró porque, sin llegar al virtuosismo de otras, tenía dulzura y acariciaba algo dentro de mí. Se trataba de la mezzo Frederica Von Stade y aún me emociona, una vez más, cuando la escucho esta noche.
martes, 7 de febrero de 2012
Tan difícil como hacer fuego sólo con los ojos
es burlarse del destino
cuando menos te lo esperas
suelta un golpe y te demuestra
quien es el que manda aquí.
Hey muchacho ya lo sabes
es mejor ir con cuidado
no decida ir a por ti
fui viajero en el andén y quizás pasó mi tren
pero aquí debo seguir.
La ruleta gira y gira
la partida está servida
mucho antes de empezar
y la gente que más quiero
se me va no sé si al cielo
pero el caso es que se va.
Hey muchacho ya lo sabes
es mejor ir con cuidado
no decida ir a por ti
fui viajero en el andén y quizás pasó mi tren
pero aquí debo seguir.
Donde la noche es más bella
sigo esperando a mi tren
donde los sueños se van
en el sabor de un café
sigo esperando a mi tren.
Si los dados son mis dados
y los tiro mal tirados
esa es sólo mi cuestión
pero n juegues conmigo
porque sólo soy un tipo
que le asusta ser mayor.
Hey muchacho ya lo sabes
es mejor ir con cuidado
no decida ir a por ti
fui viajero en el andén y quizás pasó mi tren
pero aquí debo seguir.
Donde la noche es más bella...
Estaciones aeropuertos
y demás sitios de viaje
nos dejamos reventar
por cambiar nuestro paisaje
por hacer nuestro equipaje
sin volver la vista atrás.
Hey muchacho ya lo sabes
es mejor ir con cuidado
no decida ir a por ti
fui viajero en el andén y quizás pasó mi tren.
Pero aquí debo seguir
Donde la noche es más bella...
es burlarse del destino
cuando menos te lo esperas
suelta un golpe y te demuestra
quien es el que manda aquí.
Hey muchacho ya lo sabes
es mejor ir con cuidado
no decida ir a por ti
fui viajero en el andén y quizás pasó mi tren
pero aquí debo seguir.
La ruleta gira y gira
la partida está servida
mucho antes de empezar
y la gente que más quiero
se me va no sé si al cielo
pero el caso es que se va.
Hey muchacho ya lo sabes
es mejor ir con cuidado
no decida ir a por ti
fui viajero en el andén y quizás pasó mi tren
pero aquí debo seguir.
Donde la noche es más bella
sigo esperando a mi tren
donde los sueños se van
en el sabor de un café
sigo esperando a mi tren.
Si los dados son mis dados
y los tiro mal tirados
esa es sólo mi cuestión
pero n juegues conmigo
porque sólo soy un tipo
que le asusta ser mayor.
Hey muchacho ya lo sabes
es mejor ir con cuidado
no decida ir a por ti
fui viajero en el andén y quizás pasó mi tren
pero aquí debo seguir.
Donde la noche es más bella...
Estaciones aeropuertos
y demás sitios de viaje
nos dejamos reventar
por cambiar nuestro paisaje
por hacer nuestro equipaje
sin volver la vista atrás.
Hey muchacho ya lo sabes
es mejor ir con cuidado
no decida ir a por ti
fui viajero en el andén y quizás pasó mi tren.
Pero aquí debo seguir
Donde la noche es más bella...
domingo, 5 de febrero de 2012
Gnosienne nº 3
Escuché esta música por primera vez en esa película de Saura que he mencionado alguna otra vez: “Elisa, vida mía”. Escucharla me recuerda una puerta que se abre y una cámara abriéndose paso lentamente por un jardín, luego por un camino donde se aleja un coche camino de la ciudad. Tal vez lo haya imaginado, ya casi no me acuerdo de la película, tan sólo de Fernando Rey viviendo en aquella casa aislada en medio del campo, teniendo que ir a dar clases hasta la ciudad cercana. Siempre supe que ése era un destino apetecible para mí.
viernes, 3 de febrero de 2012
Tú no eres interesante para mí
-Tú no eres interesante para mí.
Yo continué caminando a su lado, pero al modo en que un pollo sin cabeza continúa volando, o sea, muerto. Aquella frase me había roto literalmente el corazón. Un cuchillo oxidado no habría tenido efectos más devastadores. Continué andando, pues, por pura inercia hasta su casa y luego seguí hasta la mía sabiendo que ya no era necesario imaginar que iba a morir al minuto siguiente porque ya estaba muerto. Entré muerto en casa y logré alcanzar, muerto, el cuarto de baño para ocultar la trágica situación a la familia. Al mirarme en el espejo reconocí en mi rostro todos los atributos de un cadáver (...)
Estar muerto era en mi situación un consuelo, pues cómo soportar vivo, no ya aquel rechazo, sino aquella humillación. Tú no eres interesante para mí. En una de las miles de veces que repetí la frase, reconstruyendo la situación para ver si le encontraba una salida, pensé que entre el "tú no eres interesante" y el "para mí" había habido una pequeña pausa, una cesura, que dejaba una vía de escape. Quizá había dicho: "Tú no eres interesante, para mí." La coma entre el "interesante" y el "para" venía a significar que podía ser interesante para otros, incluso para el mundo en general. Era la primera vez que le encontraba utilidad práctica a un signo ortográfico, la primera vez que le encontraba sentido a la gramática. Quizá al colocar aquella coma perpetré un acto fundacional, quizá me hice escritor en ese instante. Tal vez descubrimos la literatura en el mismo acto de fallecer (...)
El mundo (frag), JUAN JOSÉ MILLÁS
Yo continué caminando a su lado, pero al modo en que un pollo sin cabeza continúa volando, o sea, muerto. Aquella frase me había roto literalmente el corazón. Un cuchillo oxidado no habría tenido efectos más devastadores. Continué andando, pues, por pura inercia hasta su casa y luego seguí hasta la mía sabiendo que ya no era necesario imaginar que iba a morir al minuto siguiente porque ya estaba muerto. Entré muerto en casa y logré alcanzar, muerto, el cuarto de baño para ocultar la trágica situación a la familia. Al mirarme en el espejo reconocí en mi rostro todos los atributos de un cadáver (...)
Estar muerto era en mi situación un consuelo, pues cómo soportar vivo, no ya aquel rechazo, sino aquella humillación. Tú no eres interesante para mí. En una de las miles de veces que repetí la frase, reconstruyendo la situación para ver si le encontraba una salida, pensé que entre el "tú no eres interesante" y el "para mí" había habido una pequeña pausa, una cesura, que dejaba una vía de escape. Quizá había dicho: "Tú no eres interesante, para mí." La coma entre el "interesante" y el "para" venía a significar que podía ser interesante para otros, incluso para el mundo en general. Era la primera vez que le encontraba utilidad práctica a un signo ortográfico, la primera vez que le encontraba sentido a la gramática. Quizá al colocar aquella coma perpetré un acto fundacional, quizá me hice escritor en ese instante. Tal vez descubrimos la literatura en el mismo acto de fallecer (...)
El mundo (frag), JUAN JOSÉ MILLÁS
jueves, 2 de febrero de 2012
Szymborska, en su muerte
Premio Nobel, 1996. Una de sus poesías.
Fin y principio
Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.
Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.
Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.
Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.
Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.
A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.
Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.
Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.
Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.
En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.
Fin y principio
Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.
Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.
Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.
Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.
Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.
A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.
Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.
Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.
Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.
En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.
miércoles, 1 de febrero de 2012
Janine Jansen
Los críticos piensan de ella que es una transgresora empleando un término menos suave: “aventurera”, porque interpreta piezas clásicas muy a su manera. A mí me parece algo aspavientosa, estuve esperando todo el rato que le sacara un ojo al director de orquesta. Ahora bien, los críticos no dejan de considerarla uno de los principales y más talentosos violines del mundo y yo no puedo dejar de admirar su ímpetu y la intervención arrebatada de este “Rondo caprichoso” de Saint Saens.
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