Me he vuelto a encontrar, después de un tiempo ido, de nuevo con el paraíso.
Este cuadro de Masaccio, ha ido apareciendo repentina y esporádicamente en mi vida de tanto en tanto. Hoy ha vuelto casualmente a mí. Y con él muchos recuerdos y reflexiones sobre el paraíso. Que a veces creemos perdido y en otras ocasiones nos sentimos en el mismo centro de él. La vida entonces es sentimiento, sueño, ilusión, música y pasión.
Recuerdo cuántos sentimientos despertó en mí la primera vez que vi el fresco y pude mirarlo de frente, allí en Florencia, después de haber visto muchas ilustraciones y versiones distintas. Inexplicable!
He hablado de este cuadro con mucha gente, con amigos, algunos ya idos, y por tanto me trae recuerdos personales, algunos tristes, pero siempre intensos, preciosos y, ante todo, muy valiosos.
¿Por qué habrá vuelto a aparecer en mi vida precisamente hoy?
“Expulsión de Adán y Eva del Paraíso”. El fresco se encuentra pintado sobre la pared de la Capilla Brancacci, en la iglesia de Santa María del Carmine, en Florencia, Italia.
Tres siglos después de la realización de las pinturas, en 1670, Cosme III de Médicis llegó al poder como Gran Duque de Toscana, y ordenó que se disimulase la obscena desnudez de las figuras (cínicos!) pintando unas hojas de higuera en las zonas más comprometidas.
Una restauración en los años 90 quitó la pintura añadida, así como la suciedad y la oxidación del tiempo, devolviendo al cuadro su colorido original y su obscena brillantez, sin motivos ornamentales que tapen la vergüenza de la desnudez de las figuras.
Si fuese posible curar las penas con el llanto y resucitar a los muertos con las lágrimas, el oro sería menos valioso que la tristeza. Sófocles, Escirios. Frag 510
martes, 25 de junio de 2019
sábado, 8 de junio de 2019
Vivamus, mea Lesbia, atque amemus
"Vivamus, mea Lesbia, atque amemus".
El amor ha sido una constante en toda la Humanidad, y el matrimonio ha sido la forma de sancionar una relación en sociedad. Los íberos tenían su propios ritos para celebrar el amor.
Al hablar de las costumbres hispanas, Estrabón nos dice lacónicamente que "se casan igual que los griegos". Partiendo de esta información, y leyendo los mensajes mudos que nos dejaron los Iberos a través de su arte, podemos llegar a conocer cómo tenía lugar est...a celebración.
El amor ha sido una constante en toda la Humanidad, y el matrimonio ha sido la forma de sancionar una relación en sociedad. Los íberos tenían su propios ritos para celebrar el amor.
Al hablar de las costumbres hispanas, Estrabón nos dice lacónicamente que "se casan igual que los griegos". Partiendo de esta información, y leyendo los mensajes mudos que nos dejaron los Iberos a través de su arte, podemos llegar a conocer cómo tenía lugar est...a celebración.
¿Qué pensarían ellos sobre su matrimonio? No lo sabemos. Pero sí sabemos que la ceremonia era algo fundamental para el individuo y la sociedad: el matrimonio garantizaba la descendencia, y los hijos eran garantía para la vejez, fuerza de trabajo y perpetuación de la tribu.
Sabemos que los Iberos eran monógamos, y que los matrimonios podían servir como forma de promoción de la familia o como alianza política. Es posible que entre la élite fueran concertados con el objetivo de sellar pactos, como en el caso de Himilce de Cástulo con Anibal.
Es posible que el novio reclamara la mano de la novia a su padre. La pareja ya comprometida debería viajar a uno de los santuarios de la tribu. Allí harán una entrega simbólica a la divinidad, un ofrecimiento que garantice la buena marcha del casamiento y un futuro feliz.
Ganado el favor de la divinidad, la familia organizará una fiesta de al menos tres días de duración. Durante los días de fiesta, los novios llevarán a cabo varios actos rituales. Todos estos días estarán acompañados de sus familiares y amigos cercanos, con danzas y música.
El primer acto será un baño ritual. A través del baño, los novios reflejan su cambio de estado y su paso a una nueva etapa. Después de lavados, podrían recibir un vestido y otros adornos, como pulseras y collares, típicos de la mujer Ibera, que utilizará el día de la boda.
El segundo día tendría lugar el casorio. En esa ceremonia, la novia acudirá a su nueva casa, donde el novio la espera, velada y cubierta por varios mantos. La novia atravesará el umbral de su hogar, y después el novio descubre su velo, mostrando su aceptación y su enlace .
Tras el rito del velo se iniciaría una fiesta, con música y danza. Esta festividad podría realizarse el tercer día, con la invitación de familia y amigos. El aspecto más importante de esta fiesta serán las famosas danzas en círculo, en las que ambos novios participan.
¡Y que vivan los novios! La reconstrucción de estos eventos es hipotética y parte del análisis de lo que podemos dilucidar a través del arte. Es mucho más lo que no sabemos: palabras, actos, gestos. Todos han quedado enterrados en el tiempo: ahora sólo podemos imaginaros.
Un saludo desde las ruinas de Castulo (Jaén)
Sabemos que los Iberos eran monógamos, y que los matrimonios podían servir como forma de promoción de la familia o como alianza política. Es posible que entre la élite fueran concertados con el objetivo de sellar pactos, como en el caso de Himilce de Cástulo con Anibal.
Es posible que el novio reclamara la mano de la novia a su padre. La pareja ya comprometida debería viajar a uno de los santuarios de la tribu. Allí harán una entrega simbólica a la divinidad, un ofrecimiento que garantice la buena marcha del casamiento y un futuro feliz.
Ganado el favor de la divinidad, la familia organizará una fiesta de al menos tres días de duración. Durante los días de fiesta, los novios llevarán a cabo varios actos rituales. Todos estos días estarán acompañados de sus familiares y amigos cercanos, con danzas y música.
El primer acto será un baño ritual. A través del baño, los novios reflejan su cambio de estado y su paso a una nueva etapa. Después de lavados, podrían recibir un vestido y otros adornos, como pulseras y collares, típicos de la mujer Ibera, que utilizará el día de la boda.
El segundo día tendría lugar el casorio. En esa ceremonia, la novia acudirá a su nueva casa, donde el novio la espera, velada y cubierta por varios mantos. La novia atravesará el umbral de su hogar, y después el novio descubre su velo, mostrando su aceptación y su enlace .
Tras el rito del velo se iniciaría una fiesta, con música y danza. Esta festividad podría realizarse el tercer día, con la invitación de familia y amigos. El aspecto más importante de esta fiesta serán las famosas danzas en círculo, en las que ambos novios participan.
¡Y que vivan los novios! La reconstrucción de estos eventos es hipotética y parte del análisis de lo que podemos dilucidar a través del arte. Es mucho más lo que no sabemos: palabras, actos, gestos. Todos han quedado enterrados en el tiempo: ahora sólo podemos imaginaros.
Un saludo desde las ruinas de Castulo (Jaén)
viernes, 7 de junio de 2019
VICTOR KÜPPERS
Vivimos en una sociedad en la que todos queremos una vida de película. Que todo sea maravilloso (...) El culto al aparentar, a la imagen, a las redes sociales generan el nivel de exigencia para que el envoltorio sea bonito pero es tan extremo que genera mucha frustración (...) Vivimos en una sociedad de consumo, materialista y de imagen, y no todo el mundo tiene la vida que la sociedad marca como ideal (...) Tenemos que parar y cambiar porque vamos como pollos sin cabeza.
Para ser buen jefe, entrenador o líder tienes que tener la mentalidad de querer ayudar a tu equipo a ser mejores. Hay muy pocos jefes que tengan esa mentalidad.
El secreto de la pasión, del sentido de la vida, es tener un propósito, cuando tienes un propósito (tu trabajo, tu familia, lo que sea...) entonces la motivación surge y es más fácil de conseguir, y es más fácil de asumir tu día a día, tus preocupaciones.
Hay que valorar lo positivo, disfrutar de lo que tienes y no centrarte en lo que no tienes. Nadie te va a recordar por tu currículum, sino por tu forma de ser, por tu ACTITUD.
A veces hay que preguntarse: ¿Tengo la vida que quiero tener? ¿Soy la persona que quiero ser? ¿Qué puedo mejorar? Vamos por la vida como locos y entramos en un bucle y acabamos desquiciados, desequilibrados, amargados (...) Hay que detenerse y buscar espacios para la reflexión. Cuando vamos rápidos, la vida se centra en lo intrascendente, en lo superficial, porque no hay tiempo para lo importante.
Las cosas no van a cambiar por si solas, tienes que cambiarlas tú. Si no acabas en el mismo sitio.
Todos tenemos grandes deseos, grandes intenciones, pero al final la diferencia entre el crac y el chusquero es que el segundo desea y el primero hace, se pone las pilas.
Uno está donde está por las circunstancias, pero también por las decisiones que toma. Hay que gente que no necesita que los motiven, han nacido motivados.
Hacemos dramas por auténticas chorradas, pero luego cuando realmente la vida te da un golpe es cuando la gente reacciona.
VICTOR KÜPPERS
Doctor en Humanidades
Doctor en Humanidades
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