Viejas y nuevas bienaventuranzas
Vieja:
Bienaventurados los pobres de espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
Nueva:
Bienaventurados los ricos de espíritu: porque de ellos son todos los reinos de todos los cielos.
Vieja:
Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra.
Nueva:
Bienaventurados los feroces: porque ellos poseerán la tierra, el suelo y el subsuelo.
Vieja:
Bienaventurados los que lloran: porque ellos serán consolados.
Nueva:
Bienaventurados los que hacen llorar: porque maldita la necesidad que tienen de ser consolados.
Vieja:
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados.
Nueva:
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de injusticia: porque ellos serán saciados.
Vieja:
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia.
Nueva:
Bienaventurados los inmisericordes: porque ellos no necesitarán misericordia.
Vieja:
Bienaventurados los limpios de corazón: porque ellos verán a Dios.
Nueva:
Bienaventurados los sucios de corazón, porque ellos serán los dueños de todos los dioses.
Vieja:
Bienaventurados los pacíficos: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Nueva:
Bienaventurados los Hijos de Dios: porque ellos poseerán a los pacíficos.
Vieja:
Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.
Nueva:
Bienaventurados los que corrompen la justicia para perseguir a los débiles, porque de ellos, sin duda alguna, es el Reino de los Cielos.
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