jueves, 22 de diciembre de 2011

Cuentos de siempre

Un oso recorría constantemente, arriba y abajo, los seis metros de largo de la jaula. Cuando al cabo de cinco años quitaron la jaula, el oso siguió recorriendo, arriba y abajo.los mismos seis metros, como si estuviera en la jaula.

... Y lo estaba... para él...

Los muros que nos aprisionan son mentales, no reales.

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