Cuando descubrí a los Doors corría el año 1972. Acababa de morir su
cantante y líder, Jim Morrison, de una sobredosis en un hotel de París. Compré
sus seis LP, los escuchaba a todas horas. Me gustaba todo, sobre todo su último
disco, L.A. Woman (Mujer de Los Ángeles). En particular, el fondo rítmico del
último tema, “Jinetes en la tormenta” me fascinaba entonces y me encanta ahora,
un blues fantástico. Ray Manzareck, el teclista, en su mejor momento, aunque
andaran todos medio peleados por las excentricidades del que habría de morir 3
meses después de terminar la grabación.
Mi grupo favorito cuando joven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario