Cuando un poeta se va, se marcha
una de esas personas capaces de oír en un mundo que no se para a escuchar
a nadie, de mirar más allá de las mezquindades que nos atan a nuestras propias
miserias. Cuando un poeta se va, se marcha una de esas personas que nos habría
gustado tener como amigo, cuando un poeta se va, nos quedamos un poco más solos
en este mundo de soledades. José María Fernandez Nieto. Poeta. Descanse en Paz…
ROSAS URGENTES PARA
UN AMOR FUTURO
UN AMOR FUTURO
Un niño va a nacer. Y es una pena
que estén oliendo a llanto sus pañales,
que no haya ni un clavel ni una azucena
para aromar sus besos iniciales.
que estén oliendo a llanto sus pañales,
que no haya ni un clavel ni una azucena
para aromar sus besos iniciales.
Un niño va a nacer, un universo
de amor brotando, apenas, de un gemido,
una canción inacabable, un verso
que vencerá a la muerte y al olvido.
de amor brotando, apenas, de un gemido,
una canción inacabable, un verso
que vencerá a la muerte y al olvido.
Un niño va a nacer y nadie sabe
qué hacer para que el mundo se sonría,
porque entre tantas lágrimas no cabe
que pueda florecer tanta alegría.
qué hacer para que el mundo se sonría,
porque entre tantas lágrimas no cabe
que pueda florecer tanta alegría.
Un niño va a nacer... Necesitamos
rosas urgentes, besos infantiles,
palmas alegres y olorosos ramos
para enterrar un mundo de fusiles.
rosas urgentes, besos infantiles,
palmas alegres y olorosos ramos
para enterrar un mundo de fusiles.
Hagamos una tregua en la batalla.
Convirtamos en cántico la arenga.
Que un niño va a nacer... ¡no sea que vaya
a mancharse de sangre cuando venga...!
Convirtamos en cántico la arenga.
Que un niño va a nacer... ¡no sea que vaya
a mancharse de sangre cuando venga...!
Que un niño va a nacer y todavía
ni pañales ni sábanas tenemos,
que está nevando el odio y si se enfría
¿con qué ropa de amor le envolveremos?
ni pañales ni sábanas tenemos,
que está nevando el odio y si se enfría
¿con qué ropa de amor le envolveremos?
Pongamos rosas y claveles rojos
en el quicio de todas las ventanas,
inundemos de pájaros los ojos
y volteemos todas las campanas.
en el quicio de todas las ventanas,
inundemos de pájaros los ojos
y volteemos todas las campanas.
Cantemos la esperanza que aprendimos
de memoria cuando éramos pequeños
y vendimiemos todos los racimos
que aún quedan en la viña de los sueños.
de memoria cuando éramos pequeños
y vendimiemos todos los racimos
que aún quedan en la viña de los sueños.
Que un niño va a nacer
y ¡qué sería
de nosotros, amor, si descubriera
que para recibir tanta alegría
nos queda ya tan poca primavera!
de nosotros, amor, si descubriera
que para recibir tanta alegría
nos queda ya tan poca primavera!
José María Fernandez Nieto