MEMORIAL A MAGGIE WALL - LA BRUJA QUE NUNCA EXISTIÓ
Fuera de un pequeño pueblo de Dunning, ubicado en los antiguos parques del castillo de Duncrub, se encuentra un monumento. Es una colección de piedras de aproximadamente 20 pies de altura, rematada con una cruz y decorada con regalos dejados por los visitantes: monedas de un centavo, plumas, conchas, peluches mullidos y pequeñas velas de té. Las piedras llevan las palabras en letras blancas: "Maggie Wall se quemó aquí en 1657 como bruja".
Fuera de un pequeño pueblo de Dunning, ubicado en los antiguos parques del castillo de Duncrub, se encuentra un monumento. Es una colección de piedras de aproximadamente 20 pies de altura, rematada con una cruz y decorada con regalos dejados por los visitantes: monedas de un centavo, plumas, conchas, peluches mullidos y pequeñas velas de té. Las piedras llevan las palabras en letras blancas: "Maggie Wall se quemó aquí en 1657 como bruja".
Algunos afirman que Maggie Wall existió, sus registros simplemente no lo hicieron. Algunos lugareños teorizan que un miembro de los Rollos, una poderosa familia que vivía en el castillo de Duncrub, tuvo un romance con Maggie Wall y construyó el monumento por culpa. Otra teoría es que Maggie fue parte de una reacción violenta contra un grupo de funcionarios que intentan elegir a un nuevo ministro local. El grupo fue atacado por una horda de mujeres, y algunos creen que Maggie podría haber sido señalada y castigada.
La teoría aceptada es que este monumento es un testimonio de todas las brujas asesinadas en Escocia durante la caza de brujas, ya que no existe ningún otro monumento similar. Quizás el nombre fue tomado de la madera circundante para representar a las innumerables y olvidadas mujeres que fueron asesinadas. Ocasionalmente se coloca una corona al pie del monumento, que sirve como un recordatorio de las injusticias sufridas por la misteriosa bruja simbólica, Maggie Wall.
La teoría aceptada es que este monumento es un testimonio de todas las brujas asesinadas en Escocia durante la caza de brujas, ya que no existe ningún otro monumento similar. Quizás el nombre fue tomado de la madera circundante para representar a las innumerables y olvidadas mujeres que fueron asesinadas. Ocasionalmente se coloca una corona al pie del monumento, que sirve como un recordatorio de las injusticias sufridas por la misteriosa bruja simbólica, Maggie Wall.
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