Yo quisiera decir:
¡Soy libre!
Caminé sobre el mar,
he girado más que la tierra.
Vengo de la Atlántida sumergida,
de la Lemuria oculta entre los siglos;
de la India fantástica y ungida
con la apacible lumbre
que vierte el Ramayana.
(…)
¡Pero es mentira
la libertad del hombre!
Esta carne rosada me aprisiona,
infinitas murallas se interponen
entre la nube y yo,
y si pretendo
cruzar el mar con mi menudo paso,
me hundiré para siempre
en su regazo,
porque es mentira la libertad del hombre
Rosa Virginia Martinez
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