lunes, 13 de agosto de 2012

Historias

Se me llena la cabeza de historias que parecen reclamar su lugar, su recuerdo. Tantas cosas que he conocido, de tantos sentimientos supe, que no sé cómo abarcar para escribirlos todos, para alinear las historias que desean ser contadas. Historias de amor, de muerte, historias donde se pierde y donde, apenas ganada la posición, ésta termina por desaparecer. Se me fue la agresividad de joven, la ambición, el deseo de conquistar e ir más allá. Me queda poco, el deseo de comprender, la capacidad de perdonar, sentir consuelo, resignación, admiración de la vida de otros mejores que yo. 


Ahí os dejo esta hermosa poesía de Alfonsina Stormi.


Se me va de los dedos la caricia sin causa, 
se me va de los dedos... En el viento, al pasar, 
la caricia que vaga sin destino ni objeto, 
la caricia perdida ¿quién la recogerá? 

Pude amar esta noche con piedad infinita, 
pude amar al primero que acertara a llegar. 
Nadie llega. Están solos los floridos senderos. 
La caricia perdida, rodará... rodará... 

Si en los ojos te besan esta noche, viajero, 
si estremece las ramas un dulce suspirar, 
si te oprime los dedos una mano pequeña 
que te toma y te deja, que te logra y se va. 

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa, 
si es el aire quien teje la ilusión de besar, 
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos, 
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

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