Por los
alrededores de la Torre de Hércules, en A Coruña. Uno de los sitios más bonitos
frente al mar tiene detrás una triste historia. Allí tuvieron lugar los
fusilamientos de los partidarios de la república durante la guerra civil. El
lugar se encontraba cerca de la prisión provincial, y hasta allí paseaban a los
presos para matarlos. Hoy hay un monumento de piedra levantado justo donde
estaba la caseta en cuyo muro se efectuaban las ejecuciones. Es un monumento
sencillo, en él está grabado un poema de Lorca y poco más, tan sólo el recuerdo
y la belleza del entorno permanecen.
Sin duda, es un lugar más propicio para el amor
que para esos odios del pasado.
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