El caso es que deben de llevar ya unos años
tocando por las calles de Santiago, hay un video en youtube de hace tres. El
martes había poca gente frente a la fachada de Platerías de la catedral, y la
música del cuarteto Saravani se apoderaba del silencio con el Adagio de
Albinoni. Tocaban tan bien que echar una moneda en la funda de la guitarra me
pareció un insulto, así que compré el disco que ofrecían. Por lo que vi, sólo
habían vendido dos esa mañana. El músico de la flauta, que ahora veo que se
llama Anatolij, tenía unos ojos preciosos y en ellos brillaba el agradecimiento
como pocas veces lo he visto.
Hoy por fin he escuchado el disco, tocan como
los ángeles. Lástima de este mundo en el que tienen que andar así.
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