El despertar...
“Soy yo”, se dijo, con una mezcla de sorpresa y miedo. “Debo ser yo” repitió en silencio. Veinticinco años después de aquel accidente que no recordaba, estaba frente al espejo sin saber qué pensar. Miraba a aquel viejo, sus ojos asustados, los labios temblorosos. “Soy yo, soy esto”. Despertar del coma, contemplar aturdido a las enfermeras corriendo, una mujer desconocida que llegaba y decía ser su hermana. Deseó cerrar los ojos de nuevo, esperar que todo pasara como un mal sueño. Pero la imagen del espejo le seguía mirando, extraña, desconocida, terrible. Ahora lloraba y no sabía quién lloraba, si el del espejo o él mismo.
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