sábado, 26 de marzo de 2016

Enrique Granados

Hace un par de días se recordó la muerte del músico Enrique Granados en marzo de 1916, cuando su barco (el Sussex) fue torpedeado por un submarino alemán en el Canal de la Mancha. Hubo una celebración al respecto en Nueva York. Curiosamente, no sé de algo similar en España.


Su íntimo amigo el artista Josep María Sert, que viajó hasta el depósito de cadáveres en Boulogne para buscar su cuerpo, sin encontrarlo. Allí se mezclaban cuerpos destrozados con otros ahogados. Habló con muchos supervivientes confirmando que Granados y su mujer viajaban en el paquebote, algo de lo que no se tenía certeza. También le dijeron que le habían visto en un bote pero, al observar a su mujer en el agua, se tiró para socorrerla. No se volvió a saber de ellos.

Tuvo mala suerte Granados. Acababa de estrenar la ópera "Goyescas" con gran éxito en Nueva York y tenía billete de vuelta en un barco español. Sin embargo, el presidente norteamericano Wilson le invitó a visitarlo en la Casa Blanca y cambió los planes de viaje, tomando el Sussex para volver a España desde Inglaterra. Una historia trágica cuando, a los 48 años, empezaba a encontrar el éxito internacional que había perseguido toda su vida.




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