HALLOWEEN, UN BUEN MOMENTO PARA HABLAR DE LA MUERTE EN CLAVE INFANTIL
"El hecho de disfrazarse, pedir caramelos y tratar de dar sustos a los demás, les puede ayudar a abordar el tema de la muerte de manera más relajada, pero sobre todo, de acercarse a ella, de poder hablar sobre el tema, desdramatizando y superando miedos (...)
Es un error, vivir como si la muerte no existiera y lo es también tratar de ocultársela a los niños. De hecho, apostilla, “poder abrir canales de comunicación cómodos para un niño es sano y necesario (...) Adentrarse en el mundo de los fantasmas, monstruos y brujas de manera un tanto cómica ayuda a no desarrollar miedos irracionales, el terror se ridiculiza y se normalizan temas que, siendo delicados, es necesario abordar (...)
Es imprescindible que tratemos el tema con cierta profundidad, aprovechar algún recurso, imagen o símbolo, para conversar, y no quedarnos solo en el aspecto ridículo o cómico del asunto (...) Asimismo, evitar el dolor y el sufrimiento a los niños, a toda costa es un problema, y además facilita la aparición de temas tabúes que a largo plazo pueden hacer mucho daño. Los adultos debemos ser naturales y sinceros, un niño puede ser infantil pero no es tonto, va formando sus propios juicios sobre la realidad, y si no abrimos puertas de comunicación, para las dudas y las preguntas existenciales, aumentaremos su sensación de miedo e inseguridad."
PALOMA CARRASCO
Psicóloga
Psicóloga
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