Hablando de violonchelistas, siempre hay que referirse a una figura
histórica: Jacqueline du Pré. Casada con Daniel Barenboim en los años sesenta,
fue una músico destacadísima en su campo. Aquí la podemos ver de jovencita,
cuando tocaba con su madre al piano.
A los 28 años, de manera bastante abrupta, tuvo que abandonar el
violonchelo al perder la sensibilidad de sus dedos. Afectada por una proceso
degenerativo de esclerosis múltiple vio como se le derrumbaba su mundo.
Baremboim, con el tiempo, se instaló en París con la que sería su segunda
esposa. Cuando Jacqueline murió en Londres a los 42 años, Baremboim estuvo a su
lado.
Luego hubo que hacer algo con su valiosísimo violonchelo fabricado
por Stradivarius. Lo adquirió una fundación musical por una fortuna,
cediéndoselo a otro violonchelista de fama: Yo-yo Ma.
Y
aquí tenéis una grabación de 1997, con Daniel Baremboin dirigiendo la orquesta
y Yo-yo Ma tocando el instrumento que había sido de su mujer. Toca precisamente,
como un verdadero homenaje a la fallecida, el concierto de Edgar Elgar, cuya
grabación por Du Pré está considerada como definitiva.
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