lunes, 15 de diciembre de 2014

El mar, sólo el mar



Abrió la ventana con la vana esperanza de ver el mar, oler su salitre y
cegarse con la fuerza de sol sobre la arena de la playa en una tarde de verano.
Sólo se encontró una pared y una ventana donde ondeaba al viento cual
vela de palo mayor una vieja sabana tendida al viento. Oyó a su madre
 gritarle desde el fondo de la casa. Cerró la ventana y volvió a soñar con
 el mar, sólo el mar.      

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