sábado, 24 de diciembre de 2016

Fernando Mata Povedano

Hoy hace 115 años nacía Fernando Mata Povedano, en Montemayor, Córdoba. Lo metieron a estudiar con los curas y ayudaba en misa como monaguillo. Hasta que vio la luz y se hizo libertario y a los 17 años es una de las almas más activas del Centro Instructivo Obrero de Oficios Varios, que reclama menos paraíso y más tierra. En 1924 será su presidente. Hace falta valor, que estamos en plena dictadura de Primo de Rivera y presidir el centro es opositar a represalias.
No sólo lo preside, abre en la planta baja el Colegio de Educación Científica y Racional para no dejar a ningún niño sin escolarizar y se pone de director y maestro. En esa época se le suele ver en una bicicleta, cargado de libros, recorriendo la zona vendiendo y regalando los libros.
Mata Povedano participa en campañas pro presos anarquistas y ejerce de mediador entre campesinos y patrones para obtener mejores condiciones laborales, mientras sigue de maestro en su escuela, que finalmente recibe todos los permisos y autorizaciones tras la proclamación de la II República.
El 12 de abril de 1931 será elegido concejal y nombrado primer teniente de alcaldía. Desde la comisión de Hacienda consigue que en todo momento se hagan públicas las cuentas municipales, con sus entradas y salidas, y pone en marcha un servicio de atención médica gratuita a las familias más pobres, además de crear un recargo a grandes propietarios e industrias para crear una bolsa de trabajo, atender las urgencias del paro e invertir en obra pública. Aún le queda tiempo para organizar la celebración del Día del Libro y crear una Biblioteca Municipal.
Los grandes proyectos de Mata Povedano son profundizar en la reforma agraria con la ocupación del cortijo de Mingo Hijo y la creación del grupo escolar Francesc Ferrer i Guàrdia, lo que le llevará horas de despachos en Madrid. Un trabajo interrumpido cuando en 1934 el gobierno municipal es apartado en pleno de sus funciones.
El triunfo del Frente Popular en febrero de 1936 devuelve las actas a los concejales inhabilitados por la reacción y Fernando Mata Povedano es elegido alcalde por unanimidad. Nunca dejará de ejercer como maestro en la escuela.
Como alcalde impulsa las obras públicas, se deja la piel negociando entre patronos y obreros buscando el bien común, consigue el asentamiento de 54 familias en el cortijo de Mingo Hijo, termina la Biblioteca y empiezan las obras del grupo escolar Ferrer i Guàrdia. No acabarán, porque los fascistas dan su golpe de Estado.
El 18 de julio de 1936 la Guardia Civil entra en Montemayor. Mata Povedano intenta dialogar con ellos en la puerta del Ayuntamiento mientras el resto de concejales saltan por la ventana de atrás y escapan. Lo hacían siguiendo las instrucciones de su alcalde, que no teme por su vida pero sí por la de alguno de sus compañeros.
Mata Povedano es subido a un camión y trasladado a la cárcel de Córdoba. Su mujer, Ángeles, se desvive por encontrar avales que devuelvan a Fernando a casa, mientras Fernando pone en orden sus deudas y se dedica a dejar por escrito a quién toca pagar por unas obras que estaba haciendo en casa.
Fernando Mata Povedano fue fusilado el 26 de septiembre de 1936 en las tapias del cementerio de San Rafael y su cuerpo lanzado a una fosa común. Su mujer fue encarcelada y humillada, el grupo escolar tuvo las obras paralizadas durante 40 años y los fascistas destrozaron el Centro Instructivo y quemaron la Biblioteca. A pesar de ello, pasados 80 años, aún queda en Montemayor algún viejo alumno que guarda en su estantería un ajado volumen que un día le regalara aquel maestro que recorría la campiña cordobesa en bicicleta cargado de libros.



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