miércoles, 17 de julio de 2013


Comprendo que un zapato de tacón alto bien llevado favorece mucho a una mujer con hermosas piernas, sobre todo para el hombre que la mira. En la sociedad de apariencias en que vivimos muchas mujeres están de acuerdo con eso y basan parte de su autoestima en ello. No tengo nada que objetar para quien quiera pagar el precio, pero los pies deben sufrir un montón.

En fin, está claro que nunca me pondré tacones de aguja. Ahora salen estos nuevos diseños de la arquitecta iraní que hizo el malhadado proyecto de biblioteca universitaria en Sevilla.




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