jueves, 4 de julio de 2013

De Dereck Walkott

Un poema que me ha impresionado porque va más allá de lo que siento, pero preveo confusamente que quizá llegue a sentir así.
 
Desenlace



Yo vivo solo

al borde del agua sin esposa ni hijos.

He girado en torno a muchas posibilidades

para llegar a lo siguiente:



una pequeña casa a la orilla de un agua gris,

... con las ventanas siempre abiertas

hacia el mar añejo. No elegimos estas cosas.



Mas somos lo que hemos hecho.

Sufrimos, los años pasan,

dejamos caer el peso pero no nuestra necesidad



de cargar con algo. El amor es una piedra

que se asentó en el fondo del mar

bajo el agua gris. Ahora, ya no le pido nada a



la poesía sino buenos sentimientos,

ni misericordia, ni fama, ni Curación. Mujer silenciosa,

podemos sentarnos a mirar las aguas grises,



y en una vida inmaculada

por la mediocridad y la basura

vivir al modo de las rocas.



Voy a olvidar la sensibilidad,

olvidaré mi talento. Eso será más grande

y más difícil que lo que pasa por ser la vida.

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