Hoy
me he levantado con buen pie y voy a ser optimista. Por lo tanto debo decir que
el actual modelo de capitalismo financiero está en trance de desaparición,
igual que en su día lo hizo el capitalismo Keynesiano y el principal motivo es
el aumento desproporcionado de la desigualdad entre los más ricos y los más
pobres. Los ricos (8% de la población mundial) tienen el 82% de la riqueza y
los pobres (69%) tienen menos del 4%. Lo sueldos de los directivos suben un
6,9% y los de los trabajadores bajan un 0,47%. Los mercados mandan demasiado y
los representantes del pueblo (los políticos) están sometidos a los mercados
(la banca y los inversores). Pero esto cambiará porque los nuevos políticos
serán muy diferentes a sus predecesores, no tanto porque ellos quieran cambiar,
sino porque la ciudadanía se lo exigirá y la administración volverá a ejercer
su papel de estabilizador económico. Por eso casi nada será igual, sino
mejor. Así lo indica la historia de la economía y las represalias de la
población a los representantes que los decepcionan. Si finalmente no sucede
así, cosa que sería sumamente sorprendente, yo me habré equivocado y el mundo
habrá perdido una gran oportunidad para ser mejor.
Yo soy un hijo de
África del Sur
Soy una niña de
Vietnam
Yo soy un hijo de
Irlanda del Norte
Soy un chico pequeño
con sangre en sus manos
Sí soy un niño del
universo
Sí soy un niño del
universo
Me puedes ver en la
televisión todas las noches
Siempre allí para unirme
a otra persona y luchar.
Yo no pedí nacer y no
pido morir
Yo soy un sueño
interminable, una máquina genética
No por qué.
Sí soy un niño del
universo
Sí soy un niño del
universo
Puedes verme en la
televisión todos los días
Yo soy el chico al
lado de unos tres mil kilómetros de distancia.
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