Desde la lejanía. Buenas
noches…
estoy enamorado de la imperfección de tu cuerpo
de la luna de tus pechos
de la carne de tu cara
del agua de tus ojos
y el deseo que tengo- sin saber que quiero-
me susurra en la oreja:
que la memoria no te sea muy frágil
y te sepa dar continuamente luz
y que ames y te dejes amar
que a menudo es la lección más difícil de
aprender.
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