Quizá hayáis visto estas fotos que han empezado a circular por la red. En 2008 un poderoso nadador, el mejor de la historia, Phelps, se encontraba en China para seguir acumulando medallas de oro. Allí le pusieron al lado a un niño de 13 años llamado Schooling, que le admiraba profundamente.
Ocho años después se vuelven a encontrar, ahora en Río de Janeiro, y en una piscina olímpica. Schooling será el único en arrebatar a Phelps la medalla de oro en los 100 m mariposa. Hay algo entrañable en ambas fotos. Luego, en el podio, el gran nadador norteamericano charló con el jovencito que, con rostro aniñado, parecía aturdido de haber ganado a su ídolo.
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