lunes, 30 de enero de 2017

Camina. No te centres en el rumbo, céntrate en tus pisadas. Siente como las piedras, la arena y el barro alteran tu paso, y tu alma. Respira y que te inspire el aroma del musgo, de la pizarra, del romero húmedo. Escucha las palabras de aliento del agua tintineante y de las hojas que hace vibrar la brisa cuando pasas a su lado. Camina. Aléjate de ti para encontrar el tú que desapareció hace tiempo por esas veredas. Camina. Porque al final de la senda no te espera ningún tesoro, éste lo has llevado siempre bajo tus pies y bajo la piel.


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