viernes, 3 de noviembre de 2017

La única forma de sanar es confiando. 
Confiando en uno mismo. 
Confiando en los recursos que cada uno posee. 
Confiando en que de todo se sale, aunque no sea ya, aunque tardemos más de lo que desearíamos. 
Confiando en que la vida al final siempre termina sacándonos buenas cartas si estamos dispuestos a disfrutarlas. 
Confiando en que saldremos adelante y que valdrá la pena. 
Confiando en que algo podremos hacer para generar cambios en la realidad. 
Confiando en la bondad de las personas.
Confiando en que no todas las personas que encontraremos nos dañarán. 
Confiando en que el futuro no tiene porque ser negativo aunque ahora en el presente nos cueste ver mucha luz y esperanza.
El secreto de la calma en buena parte es la confianza, y esta viene sobre todo del amor. Del amor por uno mismo, por la vida y por el ser humano.


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