domingo, 26 de junio de 2016

Mayte Martín

Hace ya muchos años, eso cuentan, en Dublín, al terminar una ópera con una actuación femenina especialmente intensa, los más jóvenes esperaban a la cantante a la salida, le cedían paso entre aplausos para que subiera al carruaje que debía llevarla a casa o al hotel y una vez dentro le quitaban las ruedas al carruaje y lo cargaban a hombros hasta su destino entre cánticos. De mantenerse esa sana tradición, a buen seguro que Mayte Martín haría trayectos en coche sin ruedas muy a menudo. Ayer mismo por la noche, en Banyoles, el lago a un lado y un cielo oscuro con relámpagos al fondo para la puesta de largo de 'Tempo rubato', nuevo proyecto con canciones que han crecido en su alma a lo largo de sus últimos veinte años de amores y desamores, que a ella es lo que mejor le sale para llevar a la fragua de su voz y marcarte a fuego mientras la escuchas, abrazado a esa esperanza de la que paseas de la mano...dame tu mano sin temor a equivocarte...canta en un bis de cierre con un público en pie, dispuesto a llevarla a hombros dónde sea, como cargamos las emociones, felices, camino del hotel a velar mi sueño mientras que duerme mí vida, mirarme siempre con la mirada encendía igual que miro yo...





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