martes, 26 de abril de 2016

Cuando el destino nos alcance

Hace muchos, muchos años, vi una película de ciencia ficción que me estremeció los huesos. Eran los años 70 y Charlon Heston era el protagonista. Se trata del film “Soylent Green” (en español fue traducida “Cuando el destino nos alcance”), basada en la novela “¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!” (1966), de Harry Harrison. El film ganó varios premios internacionales.
La película nos sitúa en el año 2022, en ciudad de New York, con más de 40 millones de personas, físicamente separadas bajo una pequeña élite que mantiene el control político y económico, con acceso a ciertos lujos como verduras y carne, y una mayoría hacinada en calles y edificios donde malvive con agua en garrafas, y dos variedades clásicas de un producto comestible: “Soylent” rojo y “Soylent” amarillo, que son la única fuente de alimentación, ya que los alimentos naturales son un privilegio para los sectores dominantes. La compañía “Soylent” es una empresa que fabrica y provee dichos alimentos procesados a base de concentrados vegetales. “Soylent” verde es el nuevo producto alimenticio sacado al mercado, basado en plancton, según la publicidad de la empresa, pero tras la investigación de una serie de extraños sucesos, se conoce el verdadero origen de su composición: todos los cuerpos humanos que mueren o deciden morir son procesados como “Soylent Green”.
Parece ser que el futuro de nuestra sociedad no va muy desencaminado hacia ese destino de alimentos procesados aunque de momento sin llegar al aprovechamiento de substancias cadavéricas humanas. Sin embargo, “un nuevo alimento muy polémico está suscitando controversias en la industria alimentaria. Algunos ya lo consideran como el futuro de la alimentación y otros los catalogan como la antítesis de lo que debe ser una comida. Sea lo que sea curiosamente lo llaman “Soylent”, como en la película, y “es el batido de moda en Silicon Valley que según dicen asegura un aporte de todos los nutrientes necesarios para el organismo. Su propulsor es el ingeniero norteamericano Rob Rhinehart, quien tratando de optimizar al máximo su tiempo y reducir el gasto destinado a la alimentación ideó este compuesto de sustancias químicas en polvo y agua”.
Personalmente espero que no llegaré a formar parte de “Soylent Green” y a tomar sus batidos… pero mis hijos o nietos no lo se !!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario