¿SEREMOS HUMANOS DENTRO DE 50 AÑOS?
El transhumanismo es el nuevo paradigma tecnológico que persigue aplicar las biotecnologías para crear un nuevo ser humano posthumano. Es decir, superar la condición humana biológica. Los transhumanistas profetizan que el posthumano será al humano lo que el humano ha sido para todos los demás seres vivos de la Tierra. Esta ideología nace en el ámbito anglosajón, optimista y neoliberal cuyo epicentro es la Universidad de la Singularidad en Silicon Valley. Sus objetivos son la superlongevidad, la superinteligencia y el superbienestar (...)
Una parte de la élite global sueña con Jugar a ser dioses, en convertirse en Homo Deus, para ello es necesario procesar cantidades inmensas de datos mucho más allá de la capacidad del cerebro humano hibridándonos con la inteligencia artificial. Un día podremos decidir si eliminamos la depresión, el dolor, potenciamos la creatividad, la belleza e incluso las experiencias místicas. El diseño biotecnológico de los niños que han de nacer es ya un hecho (...)
Ya se ha logrado hacer crecer embriones humanos dentro de una placa de Petri durante dos semanas. El experimento se interrumpió por una determinación ética de la comunidad científica. Un desarrollo fetal totalmente artificial cambiaría nuestra condición de mamíferos. La tecnología es imparable (...)
En China están estudiando cuáles son los factores que definen a los superdotados para, como con las semillas transgénicas, crear mentes superdotadas. Se trata de un rendimiento productivista muy lejos de una visión integral del ser humano. Ya hay robots que toman decisiones como el coche no tripulado, y en algún momento los robots humanoides tomarán decisiones éticas de calado (...)
Se está desarrollando la comunicación entre robots, y no podemos garantizar que en un momento dado esos robots autónomos e inteligentes no cambien el código. ¿Lo harán por simple eficiencia, porque tomarán conciencia de que lo pueden hacer, porque se saben distintos...? (...)
La capacidad de crear y de transformarnos a nosotros mismos es humana pero nos puede llevar a la deshumanización. En el proyecto Avatar 2045, impulsado por el magnate ruso Dmitry Itsko, plantean la conciencia como algoritmos que pueden encarnarse en soportes holográficos o de silicio (…) es como una nueva visión de la reencarnación, de hecho el Dalai Lama ha dado su soporte a este proyecto (...)
¿Dónde poner el límite? No hay una respuesta clara. La cosmovisión de las diferentes sociedades humanas (agnóstica, cristiana, islámica, budista…) tienen que llegar a un consenso sobre los límites morales y éticos respecto a aspectos que nos van a interpelar. Hay que tener en cuenta la dimensión espiritual de la persona, porque hasta ahora la visión científica ha sido muy racional y emotiva (...)
Ya se crean robots que imitan los afectos (…) pero cuando hibridemos seres humanos y máquinas tendremos que establecer qué es un ser humano y qué no lo es. Los transhumanistas consideran que la eficiencia debe ser nuestro norte, pero los humanos no somos más humanos por ser más eficientes. Hay que conectar el cerebro con el corazón, es decir, con la interioridad. Abyss Creations, del empresario Matt McMullen, vende muñecos tremendamente realistas de mujeres y hombres con total disposición a satisfacer sexualmente a cualquier humano. La robotización de la intimidad ya ha comenzado.
ALBERT CORTINA
Profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), abogado y urbanista y autor de la trilogía de libros “¿Humanos o posthumanos?”, “Humanidad infinita” y “Singulares” pone en cuestión el transhumanismo, una ideología emergente del siglo XXI basada en el mejoramiento del ser humano mediante la tecnología. Cortina habla de los límites éticos de esta práctica, de los nuevos debates que se plantearán en torno a la tecnología y de qué podemos llegar a ser dentro de 50 años.
Me quedo con el sentido etimológico del concepto: "Se conoce como humano a todo lo que es perteneciente al hombre o parte de él. La palabra humano es de origen latín “humanus”, formada por “humus” que significa “tierra”, y el sufijo “-anus” indica “procedencia de algo”, en virtud de la referencia que se hacía de que el primer humano fue hecho con arcilla, tierra, o lodo". Nos consideramos seres que observan desde la certeza de ser lo que somos sin haberlo querido y desde la esperanza utópica de la humanidad, para ser lo que quisiéramos llegar a ser; y es el propio ser humano el que tiene la valentía de decidir lo que no ser, o será, en esta sociedad que nos marca cómo ser, que pensar y cómo actuar. Por lo tanto, me permito un grado de ironía frente aquellos que hacen de nosotros mismos que vivamos o sobrevivamos en una "matrix" continua.
ResponderEliminarEstamos tan aburridos que hemos de ir más allá de nosotros mismos para re inventarnos?? Reivindico mi derecho a ser una simple humana y que no sean otros lo que decidan por mí.
Estoy más por la labor de despertarnos los unos a los otros y tener la valentía de desprendernos de aquello que nos ata a un estilo de vida inhumano y caduco que queda muy lejos del ideal de ser humano y sobre todo, persona.
Aurora!
Estoy contigo, Aurora, me parece una reflexión consecuente con el derecho de sentirse y pensar como un ser humano único e intransferible.
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