Cuando le preguntaron a Turner cómo había conseguido captar la emoción que reflejaba su "Tormenta de nieve" pintado en 1842 contestó que:
"Pinté el cuadro para mostrar cómo era una escena así, no para explicarla; para observarla, hice que los marineros me ataran al mástil y así permanecí durante cuatro horas; pensé que de ahí no salía, pero que, si lo lograba, mi deber era plasmar aquella escena”.
Tuner, romántico empedernido es posible que estuviese bien exagerando un poco bien inventándose la anécdota vilmente, ya que, cuando pintó su tormenta, contaba 67 años.
Dicho esto, si Turner tuviese un correlativo en el mundo de la fotografía, sería la fotógrafa inglesa Rachael Talibart, que para llevar a cabo su proyecto "Sirens" se jugó algo más que la cámara (aunque no sabemos si ella también pidió ser atada al mástil).
No hay comentarios:
Publicar un comentario