miércoles, 30 de julio de 2014

Los libros siempre sobreviven

Una niña palestina recoge libros entre los escombros de su casa. Y es que por mucho que quieran los libros siempre sobreviven a las bombas. Y es que el mundo no está en peligro por personas malvadas, sino por aquellos que permiten la maldad.



lunes, 21 de julio de 2014

La leyenda de Santa Trahamunda

En el monasterio de Poio se encuentra la tumba primitiva y una imagen de Santa Trahamunda, la patrona de la "morriña" gallega. Su leyenda es curiosa:
"Trahamunda era novicia en el convento de San Martín de la isla de Tambo cuando fue secuestrada en un ataque de los moros. Llevada a Córdoba para unirse al harén, por su negativa fue encerrada en la cárcel durante once años. Según la leyenda, el 23 de junio pidió a Dios encontrarse en Poio al día siguiente, día de San Juan Bautista. Un ángel le dio una rama de palma, con la que viajó a Galicia. Más tarde, plantó la palma cerca del monasterio de Poio, donde germinó y se mantuvo hasta el siglo XVI. Su tumba, de estilo suevo, se conserva en la capilla del monasterio".



miércoles, 16 de julio de 2014

Medio pan y un libro

Discurso de Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su
pueblo.
Medio pan y un libro.

Alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente Vaqueros
(Granada) en septiembre de 1931:

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de
cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda
inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se
encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre»,
piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve
melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi
casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por
falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la
belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

"Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son
infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta
biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de
Granada.

"No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera
desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y
un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente
hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las
reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos.
Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres
sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo
contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es
convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

"Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede,
que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre
fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que
tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía
porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde
están esos libros?

"¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a
decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o
como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor
ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que
Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro
paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía
socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros,
libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no
pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es
decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del
espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de
un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía
del alma insatisfecha dura toda la vida.

"Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos
de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura
porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que
hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".

miércoles, 9 de julio de 2014

Wilfred Owen


Wilfred Owen murió durante la Primera Guerra Mundial, justo una semana antes de que se firmara el armisticio, su madre recibió en telegrama de su fallecimiento el mismo día de la firma del armisticio, Owen cayó abatido mientras cruzaba el canal de Sambre-Oise. Dicen que a su hermano que también estaba alistado en un barco sobre el Canal de la Mancha se le apareció y habló con él horas antes de saber que había fallecido. Leyenda o no, su poesía habla del drama humano de la guerra.


Doblados como viejos mendigos bajo bolsas,
Chocando las rodillas y tosiendo como viejas, maldecimos a través del lodo
Hasta darle la espalda a las condenadas bengalas
Y empezar a arrastrarnos a un descanso remoto.
Los hombres marchaban dormidos. Muchos ya sin botas
Cojeaban calzados de sangre. Todos patéticos, ciegos todos,
Ebrios de cansancio, sordos incluso a los silbidos
De proyectiles decepcionados que caían más atrás.


¡Gas! ¡Gas! ¡De prisa, chicos! En un éxtasis de torpeza
Nos calamos torpes cascos justo a tiempo;
Pero alguno seguía pidiendo ayuda a gritos tropezando


Indeciso como un hombre ardiendo en llamas o cal viva.
Borroso tras los vidrios empañados y a través de aquella verde luz espesa,
Como hundido en un mar verde, lo vi ahogarse.


En todos mis sueños, ante mi vista indefensa,
Se abalanza sobre mí, se atraganta, se ahoga, se apaga.


Si en algún sueño asfixiante también pudieras seguir a pie
La carreta donde lo arrojamos
Y ver cómo retorcía los blancos ojos en la cara,
Una cara colgante, como un diablo harto del pecado;
Si pudieras oír, a cada tumbo, la sangre
Vomitada por pulmones de espuma corrompidos,
Obsceno como el cáncer, amargo como pus
De viles llagas incurables en lenguas inocentes,–


Amigo mío, no contarías con tanto entusiasmo
A los niños que arden ansiosos de gloria
Esa vieja mentira: Dulce et decorum est
Pro patria mori.



lunes, 7 de julio de 2014

On death, de John Keats

¿Puede la Muerte estar dormida, cuando la vida no es más que un sueño,
Y las escenas de dicha pasan como un fantasma?
Los efímeros placeres a visiones se asemejan,...
Y aun creemos que el más grande dolor es morir.

Cuán extraño es que el hombre sobre la tierra deba errar,
Y llevar una vida de tristeza, pero no abandone
Su escabroso sendero, ni se atreva a contemplar solo
Su destino funesto, que no es sino despertar.


miércoles, 2 de julio de 2014

Yo no quiero

Un poema de mi gran amiga Cristina Díez


Yo no quiero ser alto en el camino,
ni sueño pasajero que se olvide,
no quiero ser error que huya en el viento,
por eso quiero, amor, que tú me mires.
Así tal como soy, sin apariencias,
sonriendo a veces, casi siempre triste,
frágil como una flor en la tormenta,
que se abre con temor pero resiste.
Mírame sin dolor, conscientemente,
pequeña, casi nada, sombra humilde,
estrella que jamás brilló en el cielo,
corazón desbocado, alma intangible.
Con los ojos abiertos, no los cierres,
que yo no quiero ser un imposible,
prefiero la verdad, que me conozcas
y si me has de querer, te sientas libre.
Porque aquí estoy, real aunque imperfecta,
y sólo el que conoce al fin decide.
Si he de ser para ti, no me idealices,
por eso quiero, amor, que tú me mires.   



Y la fotografía también es de ella: