jueves, 27 de octubre de 2016

EL DINERO Y LA FELICIDAD

¿Da el dinero la felicidad? Si queremos ser rigurosos, habría que definir primero qué entendemos por felicidad. Pero profundizar en eso nos llevaría mucho tiempo y no es fácil ponerse de acuerdo sobre un concepto tan discutible. Por lo tanto vamos a aceptar aquí el concepto vulgar de felicidad: tener salud, un trabajo bien remunerado, una familia unida y acogedora, buenos amigos, cierto reconocimiento social, una vivienda agradable, poder viajar o ir de vacaciones, gozar de equilibrio mental y emocional, relacionarse bien con los demás, etc.
Por debajo del nivel de supervivencia es muy difícil que una persona normal pueda ser feliz, pues primero hay que poder comer y tener las necesidades básicas cubiertas para no vivir permanentemente angustiados por la inseguridad. Sin embargo, la influencia de los ingresos económicos sobre la felicidad sólo es relevante hasta cubrir las necesidades básicas y disponer de unas seguridades mínimas, tanto materiales como afectivas.
A partir de aquí no está demostrado que la influencia del dinero sobre la felicidad sea determinante. Es decir, “a más dinero, más felicidad” es una afirmación falsa. Superado el nivel de supervivencia, lo que sí parece indudable es que el conocimiento de uno mismo, la calidad de nuestras relaciones personales y con la naturaleza, el equilibrio mental y emocional y el emerger de nuestros valores esenciales (amor, bondad, compasión, paz interior) sí producen un incremento notable de nuestro estado de felicidad, hasta el punto de poder ir mucho más allá del concepto vulgar de ésta.



lunes, 24 de octubre de 2016

EL SER

En esta vida no hay seguridad en nada, ni interior ni exterior. Las personas nos pueden abandonar, fallar o traicionar. Nosotros podemos tomar pésimas decisiones que nos hacen daño o con las que podemos hacer daño a otros. Podemos caer en depresión o en otras enfermedades que afectan a nuestra alegría de vivir o al sentido de nuestra vida. La política y la economía son inestables, pueden cambiar repentinamente a peor y nosotros vernos fatalmente afectados por ese cambio. La paz social y entre las naciones es frágil y no puede ser asegurada por el poder de las armas. La mayoría de las religiones recurren a la culpa, la condena y el miedo a un Dios que recompensa y castiga. Sólo es posible encontrar un punto sólido de referencia en nosotros mismos al que algunos llaman el ser. El ser no tiene nada que ver con nuestro yo, es algo mucho más profundo y más sólido.


miércoles, 19 de octubre de 2016

Para valorarte tienen que verte no con los ojos físicos, sino con los del corazón. Tienen que verte en lo profundo de ti, allí donde está tu belleza interior. No hay ni una sola persona que no encierre en el fondo de sí misma un tesoro de humanidad, pero es en la relación en donde ese tesoro emerge y se realiza, nunca en el aislamiento. Nuestra mirada se detiene la mayoría de las veces en las apariencias, en lo superficial de las personas, y somos incapaces de ir más allá. Esa no es una verdadera relación humana, es una relación cosificada, basada en rasgos externos, bonitos o feos, pero que no son más que apariencia. Lo mejor de nosotros está en lo profundo, allí donde late lo que realmente somos, pero no todos están dotados para ver así a su prójimo. Solemos quedarnos en las apariencias, en las etiquetas: es bueno, es malo, es guapo, es feo, es inteligente, es tonto, es rico, es pobre, tiene éxito, es un fracasado... Todo eso es apariencia. Lo profundo de nosotros es otra cosa y cuando dos personas se descubren desde lo profundo y en lo profundo, se produce un milagro, surge algo totalmente nuevo y hermoso. Entonces surge lo verdaderamente humano que no es sino un reflejo de lo divino. 



Margaret Atwood

A MEDIANOCHE
A medianoche me despierta la lluvia, un aguacero,
el viento azota las hojas, orejas
enormes, plumas enormes,
como un animal perseguido, un perro
gigantesco o un cerdo salvaje. Truenos y ventanas
que se estremecen; del tejado metálico
cae una tromba de agua.
Estoy tumbada bajo el mosquitero,
enredada en una tela húmeda, el pelo lleno de sal.
Cuando escampe habrá luciérnagas
y estrellas, más brillantes que en cualquier lugar;
podría contemplarlas en momentos
de pánico. Están a años luz, si lo piensas.
A la porra la poesía, es a ti a quien deseo:
tu sabor, la lluvia
en tu cuerpo, mi boca en tu piel.
Margaret Atwood

martes, 18 de octubre de 2016

Una forma original de pedir matrimonio a tu pareja


domingo, 16 de octubre de 2016

A los seres humanos nos entusiasma crear mitos con los que hacer más soportable una vida llena de incertidumbre, sufrimiento, conflictos, soledad, corrupción y guerras. Ahora los mitos están basados en la ciencia y la tecnología, en el aumento de la esperanza de vida, en la curación del cáncer, los trasplantes y el sueño de la inmortalidad que ya defendían los taoístas hace siglos. La pregunta es: ¿por qué no somos capaces de vivir sin mitos? A mí me da igual que los mitos sean religiosos o no, siguen siendo mitos y prolongando indefinidamente el autoengaño. Me da igual que los propaguen los líderes religiosos, los científicos o los medios de comunicación. El problema es que seguimos aferrándonos a los mitos incapaces de enfrentarnos a la realidad de nuestro sufrimiento personal y el absurdo de un mundo que ha avanzado increíblemente a nivel tecnológico, pero ni un milímetro a nivel de amor, bondad, justicia, sabiduría y paz. ¿Por qué no nos preguntamos acerca de nuestra adicción al conflicto y a los conflictos y nuestra incapacidad de vivir en paz con nosotros mismos y con los demás, incluidos los animales y la naturaleza que explotamos sin misericordia? ¿Por qué no nos preguntamos por qué somos tan autodestructivos como individuos y como humanidad?



martes, 11 de octubre de 2016

Es fascinante contemplar cómo nacieron los problemas de circulación en el mundo occidental. El filme se rodó en San Francisco, 1906, poco antes del terremoto que devastó esta calle principal y toda la ciudad.
No había semáforos, los peatones cruzaban por donde podían, carretas, tranvías y automóviles convivían mezclados sin orden ni concierto.

viernes, 7 de octubre de 2016

Jeroen Oerlemans

Un chico salva unos pocos libros de las ruinas de su casa. Libia. Foto de Jeroen Oerlemans, asesinado este domingo en Libia.




Cualquier tiempo pasado

De vez en cuando conviene leer algún libro de historia para tener mejor perspectiva sobre nuestro tiempo. Algunos discuten sobre si este tiempo es mejor que en el pasado y en qué aspectos. Se ven con dolor e indignación guerras, hambrunas y muertes. Hay motivos para ello pero conviene echar la vista atrás, por ejemplo, con un párrafo de un libro de Norbert Elías:

Como sociedad, la Edad Media se presenta como
una era sobremanera inquieta. La violencia era un hecho
cotidiano; las disputas, más enconadas; la guerra
era antes la regla; la paz, antes la excepción. La peste
y otras pandemias barrían la faz de la tierra. A millares
morían, en medio del dolor y la inmundicia, hombres,
mujeres y niños, sin ayuda ni consuelo. Cada pocos años,
las malas cosechas hacían escasear el pan para los pobres.
Multitud de mendigos y lisiados formaban parte
de la escena normal en el paisaje del Medioevo. La gente,
tan pronta era capaz de la mayor bondad como de
la crueldad más ruda; del placer, manifiesto ante el tormento
de otros como de la total indiferencia ante su menesterosidad. Los contrastes eran más duros que hoy, contrastes
entre la satisfacción desenfrenada de los apetitos
y el arrepentimiento, el ascetismo y la penitencia inmoderados,
bajo la presión del terrible miedo al pecado;
contrastes entre el boato de los señores y la miseria de
los pobres. El miedo ante el castigo después de la muerte,
el miedo por la salvación del alma se apoderaba a menudo
y sin aviso de pobres y ricos. Para sentirse más
seguros loa príncipes levantaban templos y monasterios;
los pobres rezaban y se arrepentían.

Fractales

Hay zonas de la playa donde la marea, al bajar, deja surcos en forma de preciosos fractales. Supongo que la explicación estará en la mecánica de fluidos, en la pendiente del lugar concreto, la composición de la arena, no lo sé... El caso es que, sea cual sea la explicación, es una de las maravillas que la naturaleza nos regala cada día.




miércoles, 5 de octubre de 2016

Por mucho que camines, nunca te quedarás sin nuevos caminos que transitar.



martes, 4 de octubre de 2016

HAY PERSONAS CRUELES DISFRAZADAS DE BUENAS PERSONAS

Hay personas crueles disfrazadas de buenas personas. Son seres que dañan, que agreden mediante un maquiavélico chantaje emocional basado en el temor, la agresión y la culpa. Aparentan amables bondades tras las cuales se esconden ocultos intereses y profundas frustraciones.

A menudo, suele decirse aquello de que “quien hiere es porque en algún momento de su vida también fue dañado”. Que quien fue lastimado, lastima. Sin embargo, y aunque bajo estas ideas no deja de haber una base verídica, hay otro aspecto que no siempre nos gusta admitir. La maldad existe. Las personas crueles, en ocasiones, disponen de ciertos componentes biológicos que les inclinan hacia determinados comportamientos agresivos.

El científico y divulgador Marcelino Cereijido nos señala algo interesante. “No existe el gen de la maldad, pero sí ciertas circunstancias biológicas y culturales que la pueden propiciar”. Lo más complejo de este tema es que muy a menudo, tendemos a buscar etiquetas y patologías a comportamientos que, sencillamente, no entran dentro de los manuales de psicodiagnóstico.

Los actos malvados pueden darse sin necesidad de que haya una enfermedad psicológica subyacente. Todos nosotros, en algún momento, hemos conocido a una persona con este tipo de perfil. Seres que nos obsequian con halagos y atenciones. Personas que caen bien, con éxito social, pero que en privado, perfilan una sombra oscura y muy alargada. En el abismo de sus corazones respira la crueldad, la falta de empatía e incluso la agresividad.

Género nergro

Para todos los amantes del género negro, he aquí una historia real, una enorme intriga, un misterio finalmente desvelado. La historia es algo larga (absténgase los tuiteros) pero no tiene desperdicio de principio a final.

http://es.gizmodo.com/esta-poderosa-bomba-es-una-trampa-explosiva-que-solo-p-1787190060