domingo, 31 de julio de 2016

Otros infiernos

—Yo no soy Dante —me dijo Pablo— pero también he conocido mi propio infierno. Es mucho más sencillo, no tiene demonios, ni almas ardiendo en el fuego eterno. Es un lugar triste y desolado, alejado de los placeres de la vida, un desierto. Caminamos por él lentamente, encorvados, sin rumbo, nuestros cuerpos consumidos y sin esperanza.
Para estar en este infierno no es necesario estar muerto; tiene sus propios demonios, disfrazados de seres humanos que son tal vez padres, esposos, hijos, amantes; ellos seleccionan fríamente a qué lado nos colocarán. No creo en otro infierno. El infierno está aquí, en este mundo, entre los vivos, algunos lo habitamos. Nos llaman, irónicamente 'refugiados'.

martes, 26 de julio de 2016

Gilberto Bosques Saldívar

'A veces hay que salirse de la legalidad para entrar en el derecho… ¿Cuál derecho? El derecho que tienen los hombres a la libertad'.
El 20 de julio de 1892 nacía en Chiautla de Tapia, Puebla, México, Gilberto Bosques Saldívar. Quería ser maestro y se hizo revolucionario para derrocar a Porfirio Díaz. También para enfrentarse a las fuerzas estadounidenses de ocupación que desembarcaron en Veracruz en 1914.
Acabó ejerciendo de maestro y desencantándose del rumbo de la Revolución, pese a lo cual, entendiendo la educación como la trinchera desde la que luchar por un mundo mejor, participa en la organización de la Nueva Escuela de la Revolución y del Primer Congreso Pedagógico Nacional y estará cerca de José Vasconcelos, el gran impulsor de la instrucción popular, los maestros rurales y la difusión de la literatura y la cultura.
Bosques fue elegido dos veces diputado federal y recuperó la fe en México con la presidencia de Lázaro Cárdenas, el hombre que nacionalizó el petróleo y los ferrocarriles y puso en marcha la reforma agraria. Fue Lázaro Cárdenas quien nombró a Gilberto Bosques cónsul general de México en París en 1938 y le encomendó una misión muy concreta: atender al exilio republicano español que se avecina.
Entre mayo y septiembre de 1939 Gilberto Bosques consigue fletar los primeros barcos que rescatan a unos 4.600 refugiados españoles. No le da tiempo a más porque estalla la II Guerra Mundial y al poco los alemanes ocupan Francia. Así las cosas, eligen el mal menor del gobierno de Vichy y se traslada con familia y colaboradores a Marsella.
En Marsella, rodeado de espías alemanes y agentes de la Gestapo, Bosques empieza a tramitar visados mexicanos. Un visado es la extra ball que permite salvar vidas perseguidas por el fascismo. Bosques emite visados para intelectuales, escritores, artistas y gente anónima, españoles republicanos a la deriva en un mar de abandono y humillación.
Bosques, utilizando todo el margen que le permite su estatus diplomático, las atribuciones concedidas por Cárdenas y un gobierno de Vichy que ve cómo le soluciona parte del problema español, empieza firmando visados para el exilio republicano y sigue haciendo lo mismo con los huidos del fascismo de toda Europa, un gran número de judíos entre ellos. Muchas veces acompaña personalmente a los refugiados a embarcar, no vayan a tener problemas. Así, pese a las crecientes amenazas del Reich, salvará unas 45.000 vidas.
No sólo eso. Alquiló dos castillos, el de La Reynarde y el de Montgrand y los convirtió en centros de asilo, uno para hombres, otro para mujeres y niños, refugiados sacados de los campos de concentración a la espera de tramitar documentos. Así, en suelo mexicano, empezaban a recuperar su dignidad. Trabajaban en el mantenimiento y organización de las mansiones y los domingos hasta podían disfrutar de conciertos que programaba el cuerpo diplomático mexicano.
Gilberto Bosques también organiza un servicio de empleo con diversas empresas que contratan a exiliados, crea un servicio de tickets que pagan 2.500 comidas diarias en restaurantes de Marsella para refugiados y pone en marcha una oficina jurídica con abogados españoles y franceses que pelean en los tribunales cada orden de extradición llegada de España. Las ganan casi todas. Más de 120.000 refugiados españoles se beneficiaron de alguna de esas iniciativas.
A finales de 1941 Vichy cierra el grifo de las salidas, México ha roto relaciones, y en 1942 los alemanes entran en Marsella. Tropas de la Gestapo entran en la legación mexicana para detener a Bosques, su familia, esposa y tres hijos adolescentes, y personal diplomático. Los mandan a Bad Godesberg.
Bosques y los suyos permanecerán recluidos 13 meses, hasta abril de 1944, cuando son trasladados a Lisboa para un canje con diplomáticos alemanes detenidos por los aliados. Gilberto Bosques puede volver por fin a México con su misión más que cumplida, habiendo expuesto la piel más de una vez pero sin haber traicionado sus principios, los de aquel joven maestro revolucionario.
El 29 de marzo de 1944, Gilberto Bosques llega en tren a la estación Buenavista. Allí, bajo la lluvia, le esperan miles de republicanos españoles y judíos europeos que lo reciben con un júbilo indescriptible, le hacen la ola, ponen la plaza del revés y lo llevan a hombros. 'No fui yo, fue México', se excusa Bosques.
Gilberto Bosques continuó su carrera diplomática como embajador en Portugal, Finlandia, Suecia y Cuba. La vida, que a veces tiene estos detalles, seguramente halagada por todos los regalos que le hizo Bosques, le concedió 102 años hasta morir en paz, rodeado por todos los suyos, en una casa que siempre tuvo las puertas abiertas y a la que cada día llegaban flores.
Gilberto Bosques ha recibido honores del gobierno alemán y francés, que han creado un premio de derechos humanos con su nombre, y una escuela pública berlinesa lleva su nombre. 


martes, 19 de julio de 2016

El tren

Tras la ventana de la residencia la anciana esperaba. Terminado el desayuno atisbaba la vía cercana durante casi una hora, llena de emoción, a que el tren de vía estrecha pasara a las 11 en punto. Todos sabían que no podían molestarla y que ella no hablaría con nadie hasta que no viera pasar el tren.
En septiembre interrumpieron el servicio por falta de viajeros. Nadie se lo dijo. Las enfermeras sabían que, mientras estuviera junto a la ventana, no daría problemas, así que la dejaban cada mañana allí y se olvidaban de ella. El tren no pasó más.

domingo, 17 de julio de 2016

Bulgarian Caves

La naturaleza búlgara ofrece una variedad de paisajes incluyendo formaciones rocosas únicas, majestuosas montañas y áreas escénicas. Pero sobre todo Bulgaria es conocida por sus numerosas cuevas, sin embargo, sólo unos pocos de ellos son accesibles y abiertas al público. Existen cerca de 4.620 cuevas en Bulgaria por ahora y cada uno de ellos tiene una historia específica. Los estudios han demostrado que hay pruebas de la vida prehistórica en las cuevas búlgaras.
Está situada en lo alto de la montaña en una zona agreste y montañosa sobre el Borovitsa Chalet, a unas 14 millas de Kurdzhali, en Bulgaria. No lejos de allí están los grandes complejos rocosos de nichos tracios de Rhodope oriental.
Esta cueva confirma que las teorías de la doctora Marija Gimbutas sobre la existencia de una Gran Diosa Madre neolítica cuya matriz era una fuente de poder y de renovación cíclica. En su interior, se llevaban a cabo los cultos de fertilidad y las ceremonias de iniciación sexual donde hombres y mujeres llevaban a cabo, cada primavera, los ritos de renovación de la vida, protegidos y auspiciados por la Gran Diosa Madre.










viernes, 15 de julio de 2016

Tras el suceso de Niza

Tras el suceso de Niza, se escuchan voces de que damos pasos de gigante hacia el fin del mundo civilizado. Podría recordarse aquel cuento que menciona Milena Busquets, donde los sabios le dicen a un emperador chino una frase que servirá siempre para interpretar el mundo: "También esto pasará".
Recuerdo los atentados de hace algo más de un siglo, cómo caían primeros ministros, reyes, presidentes norteamericanos, por la acción de anarquistas suicidas. Con la Primera Guerra mundial los alemanes descubrieron la utilidad bélica de causar terror masacrando a la población civil (recuérdese Bélgica y, en concreto, la matanza de Lovaina en agosto de 1914).
Luego vino una guerra terrible y más tarde otra aún más terrible. Murieron millones de personas, Stalin acabó con otros millones de oponentes, Pol Pot y tantos dictadores asesinos. Pasaron cosas terribles en el siglo XX pero también ellas pasaron.
Y ahora vemos a un esbozo de estado islámico ISIS que tiene sus horas contadas y se teme que sus restos, centenares de terroristas, se esparzan por toda la geografía con el propósito de seguir matando a oponentes e infieles. Nos esperan tiempos duros en el mundo, particularmente en el mundo islámico, como sucedió en Irak hace unos semanas con 200 muertos. Y a pesar del dolor y la muerte, del terror y la sensación de que falta la esperanza, también todo eso pasará y vendrán otros tiempos.

jueves, 14 de julio de 2016

The Oldest Known Melody

Esta es la melodía más antigua del mundo, compuesta por los hurritas hace 3.400 años

Estado de bienestar

Con el estado de bienestar que disfrutamos hasta 2008 quedaban ocultas muchas cosas que luego han florecido: corrupciones, intereses financieros, los políticos como títeres del Ibex... Siempre dije que uno de los escasos beneficios de la crisis era que las caretas de los poderosos se habían caído para mostrar su verdadero rostro.
Lo pensaba de España. Ahora lo pienso de Europa, donde quedan claros sus criterios: los bancos hacen una norma para ganar más dinero, el tribunal supremo español lo declara ilegal en 2013 pero no se quiere reconocer que también lo era antes de esa fecha. ¿El motivo? Que podría dañar al sector financiero devolver las cantidades injustamente cobradas.
En resumen, que los bancos roben hasta un determinado punto, sin pasarse, pero que no se les pida que devuelvan lo robado por el perjuicio que supone. ¿Y el perjuicio para los ciudadanos que han pagado entre 5 y 6.000 millones de más? ¿Es ésta la Europa de los ciudadanos? No, es la Europa de los banqueros y ladrones.

martes, 12 de julio de 2016

La sabiduría que dan los años

En un momento de mi vida que dataría en mis cuarenta años observé que podía prever consecuencias que otros a mi alrededor, más jóvenes o menos reflexivos, no acertaban a adivinar. Me dije entonces que sentía como si fuera una hormiga que, en su caminar, llega hasta el borde de una hoja para seguir haciéndolo por el envés. Sin embargo, la hoja es translúcida y podía observar a otras hormigas que caminaban por el haz de la hoja siguiendo mi camino, ajenas a que yo veía por dónde iban, que sabía dónde habrían de llegar pero de las que me separaba el fino grosor de la hoja, que hacía casi imposible el reconocimiento.
Porque lo cierto es que cada uno debe adquirir su propia sabiduría, vivir sus experiencias, cometer sus errores, navegar en la nube de los pequeños éxitos alcanzados. Esa sabiduría del anciano, los consejos y batallitas que somos capaces de dar, sirven de poco. En el fondo, cada uno cree que lo hará distinto porque es probable que para él la misma experiencia sea diferente, aunque dé lugar a las mismas consecuencias. La sabiduría ajena queda allí, en el fondo de la vida, como un magma que sostiene un conocimiento colectivo en el que recaemos cuando ya hemos sido derrotados por los años y los tropiezos.
Está bien, vamos a suponer que tengo cierta sabiduría, que he aprendido de la vida, que puedo dar valor a los actos y pensamientos, a las ideas y creencias, y actuar en consecuencia. Pero esa sabiduría la he adquirido por mí mismo, del hecho de enfrentarme a la realidad y salir trasquilado o, por el contrario, haber triunfado sobre ella. Cuando era joven escuchaba consejos, advertencias, pero no hacía caso de nadie. Todo lo he comprendido cuando la experiencia ya había pasado: “Sí, cuánta razón tenía fulano, ya me lo advirtió mengano”.
Si esto es así y casi siempre es así ¿de qué me sirve la sabiduría si no puedo transmitirla, si mis consejos entrarán por un oído de los que son más jóvenes y saldrá por el otro? ¿No hice yo lo mismo? Por otra parte, puedes decirte: ¿me es útil? Ciertamente, puedo comprender mejor lo que me sucede y, sobre todo, lo que les sucede a otros, pero ya no puedo intervenir en su vida y la mía no presenta repetidos los retos de antaño.
Cuando vives alguno de esos retos, no dispones del conocimiento para enfrentarte a él, y cuando lo adquieres, ese reto ya ha pasado y no vuelve a presentarse. Aprendemos sobre hechos ya vividos, no para los que vendrán, que son nuevos y distintos. Si además, la sabiduría no podemos transmitirla ¿para qué nos sirve?

jueves, 7 de julio de 2016

Felix Mendelsshon

¡Qué hermosos estaban los bosques y los campos!
¡Qué triste está ahora el mundo!
El hermoso verano ya pasó
y tras la dicha llega la tristeza.
Nada sabíamos de problemas,
nos sentábamos bajo el techo de hojas,
alegres y dichosos a la luz del sol,
y al mundo le cantábamos.
Sufrimos mucho, pobres pajarillos:
hemos perdido nuestro hogar,
ahora debemos huir de aquí
rumbo a esa vastedad desconocida.
..................
Felix Mendelsshon


Facundo Cabral

Hace cinco años que nos arrebataron a Facundo Cabral, qué gran hombre. El día que yo me muera...

miércoles, 6 de julio de 2016

Léo Lagrange

Más o menos cada 1 de julio, inicio de vacaciones, me acuerdo de Léo Lagrange, francés bien plantado de la Gironde que de chaval anduvo en los scouts y antes de cumplir los 18 se fue a la I Guerra Mundial a vete a saber qué. Lo que vio le horrorizó y a la vuelta entendió que el mejor antídoto contra la guerra son sociedades educadas y formadas en el respeto al otro. Se hizo abogado y defendió a cientos de deshechos humanos, gaseados y triturados en las trincheras, para ayudarles a recuperar su maltrecha dignidad.
Militante socialista en la Sección Francesa de la Internacional Obrera, es partidario de construir codo con codo con los comunistas una sociedad más de iguales, en la que el acceso al deporte y el ocio deben ser fundamentales, una vía al derecho a la felicidad.
Léo Lagrange es elegido diputado y acaba de subsecretario de Estado para los deportes y la organización del tiempo libre en el gobierno de Léon Blum, que crea un ministerio inaudito entonces, el ministerio de Salud Pública, que habla del derecho a practicar deporte sin necesidad de competir o enardecer estadios envueltos en banderas y del derecho a disfrutar del tiempo libre. Léo Lagrange y sus colaboradores articulan una ley hermosa: los 15 días de vacaciones pagadas.
El 21 de junio de 1936, el gobierno del Frente Popular lleva la ley al Parlamento para su aprobación. Lagrange consigue un billete de tren de vacaciones anuales con un 40% de reducción negociando con la compañía de ferrocarril. Unos 600 mil obreros franceses acceden a sus primeras vacaciones frente al mar ese primer verano y serán 2 millones al año siguiente.
Por primera vez se reconoce el derecho al ocio de la clase trabajadora. Mucho más, se reconoce el derecho a ir a la playa con los hijos, a tener una infancia, a recordar una infancia: los niños y niñas jugando en la playa, las niñas y niños frente al mar, contemplando algo maravilloso, tomando conciencia que lo maravilloso es posible. Viendo algo nuevo, algo que por tanto no podían recordar y que ahora recordarían para siempre.
Las vacaciones pagadas costaron lo suyo. Costaron la creación de un Frente Popular en el que confluyeron por un tiempo partidos políticos, sindicatos, movimientos como la Liga de los Derechos del Hombre o el Movimiento contra la Guerra y el Fascismo. Hubo miles de huelgas y ocupaciones de fábricas, grandes movilizaciones y la fuerza en la calle de la militancia comunista. Y sí, bajo los adoquines estaba la playa.
No siempre tuvimos vacaciones, y menos pagadas. Tuvimos que pagarlas, que te crees que algo es gratuito y cuando te lo quitan ni te quejas
Léo Lagrange impulsó también el movimiento de albergues juveniles, el deporte popular, incluyendo los deportes de invierno, y hasta los cruceros populares. Organizó la participación en la Olimpiada Popular de Barcelona frente a los fastos fascistas de los Juegos Olímpicos del Berlín del III Reich.
El Parlamento francés votó ir a Berlín con la abstención de toda la izquierda, a excepción del voto en solitario de Pierre Mendès, más tarde piloto de la Francia Libre contra la Luftwaffe. Algunos jóvenes franceses fueron a Barcelona y allí se quedaron, algunos para siempre, enrolados en las Brigadas Internacionales.

Hitler devolvería la gentileza olímpica ocupando Francia. Léo Lagrange deja su escaño para alistarse voluntario y combatir contra el fascismo. El 9 de junio de 1940, con 39 años, muere en Évergnicourt, lejos de la playa, despedazado por un obús alemán. Sí, las vacaciones pagadas fueron pagadas a un alto precio, como tantas otras cosas tienen un incalculable valor, el de las risas saladas de nuestros hijos, en las que ahora chapoteo recordando a Leó Lagrange con el primer salitre de julio.





Michael Cimino

Bona nit...antes no ha dado tiempo a decírtelo y te digo ahora que se ha muerto Michael Cimino, contarte en lo que dura un baile alguna de sus películas o sobre la guerra del condado de Johnson o Christopher Walken acribillado y del vestido blanco de Isabelle Huppert floreciendo en rojo y cogerte de la mano paseando por donde empieza todo...

lunes, 4 de julio de 2016

SMOKE IN YOUR EYES

La política nos decepciona, el sueldo o la pensión no llegan, nuestros hijos están en el paro o muy lejos, los corruptos se pasean por el salón de nuestra casa... pero siempre nos quedarán canciones como ésta.

domingo, 3 de julio de 2016

Antonio Soler

Se me acaban los calificativos para Antonio Soler. Ignoro por qué no es conocido por el gran público como lo es otra de mis referencias literarias: Javier Marías. El Marías de los libros, hay que aclarar, no el articulista. 
Leo ahora "El camino de los ingleses" y no tengo palabras para describir la emoción de algunos de sus capítulos, las escenas que son como puñetazos, los personajes construidos con una rigurosidad impecable.
He leído "Una historia violenta", "Las bailarinas muertas" y ahora ésta. No hay ninguna que sea mejor, son ladrillos de una obra considerable, de lo mejor de la literatura española actual.


http://antoniosoler.net/menuframes.html