sábado, 27 de noviembre de 2010

A dónde van




Adónde van
(Silvio Rodríguez)

¿Adónde van las palabras que no se quedaron?
¿Adónde van las miradas que un día partieron?
¿Acaso flotan eternas,
como prisioneras de un ventarrón,
o se acurrucan entre las rendijas (hendijas),
buscando calor?
¿Acaso ruedan sobre los cristales,
cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van...?
¿Adónde van?

¿En qué estarán convertidos mis viejos zapatos?
¿Adónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿Por dónde están las angustias,
que desde tus ojos saltaron por mí?
¿Adónde fueron mis palabras sucias
de sangre de abril?
¿Adónde van ahora mismo estos cuerpos
que no puedo nunca dejar de alumbrar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van...?
¿Adónde van?

¿Adónde va lo común, lo de todos los días:
el descalzarse en la puerta, la mano amiga?
¿Adónde va la sorpresa,
casi cotidiana del atardecer?
¿Adónde va el mantel de la mesa,
el café de ayer?
¿Adónde van los pequeños terribles encantos
que tiene el hogar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y adónde van..?
¿Adónde van?


(1975)

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Perdiendo el sentido

Desde hace bastantes años encuentro en España un clima de deterioro social que se ha hecho evidente por completo con la crisis económica. La cuestión, es cómo se valora el conocimiento y la educación en un país. Algunos dicen que qué habremos hecho la generación que peina canas para que los jóvenes vengan con esa actitud. Pues sí, hemos hecho mucho para eso, en mi opinión. Hemos mostrado ejemplos de enriquecimiento rápido y fraudulento, hemos desarrollado modelos de jóvenes en televisión que triunfaban desarrollando torpemente algunas cualidades que ni siquiera se mejoraban (cantar, bailar). En el terreno político la culminación es Zapatero, un hombre aparentemente bienintencionado en principio, que ha decantado toda su acción política, finalmente, hacia la mera imagen, sacrificando cualquier ideal a la imagen y el poder. De manera que los jóvenes ven un futuro de estrecheces económicas sin cuento, donde los que peinamos canas nos hemos enriquecido a base de pelotazos urbanísticos, corrupción política, sin mirar al futuro ni desear otra cosa que sacar tajada cuanto más y mejor. A ellos les hemos dejado una hipoteca imposible, una falta de proyectos económicos de futuro, empleo inestable, explotación laboral, vivir en casa de los padres hasta los 40, etc. ¿Qué afán de conocimiento van a tener? Lo raro es que algunos mantengan la curiosidad intelectual por algo que no sea tener pareja, ganar dinero, sacar un título sin esfuerzo y divertirse. En fin, somos en gran parte responsables de este clima en la educación pero, para mí, eso no justifica el dejarse llevar, la desidia personal... En situaciones de crisis social y económica como ahora, hay que levantar la cabeza y plantar cara a aquello con lo que no estás de acuerdo. Por eso algunos saldrán adelante y podrían crear algo distinto en el futuro y muchos otros se quedarán en el camino como elementos inútiles que ni cambiarán sus vidas ni camparán nada de lo que les rodea. En las aulas se está construyendo la futura generación en España. Su clima de deterioro en valores, empuje, deseos de cambio, condicionarán el futuro de este país.

martes, 23 de noviembre de 2010

La poesía y los imbéciles

LA POESÍA Y LOS IMBÉCILES
por Aldo Pellegrini


La poesía tiene una puerta herméticamente cerrada para los imbéciles, abierta de par en par para los inocentes. No es una puerta cerrada con llave o con cerrojo, pero su estructura es tal que, por más esfuerzos que hagan los imbéciles, no pueden abrirla, mientras cede a la sola presencia de los inocentes. Nada hay más opuesto a la imbecilidad que la inocencia. La característica del imbécil es su aspiración sistemática de cierto orden de poder. El inocente, en cambio, se niega a ejercer el poder porque los tiene todos.

Por supuesto, es el pueblo el poseedor potencial de la suprema actitud poética: la inocencia. Y en el pueblo, aquellos que sienten la coerción del poder como un dolor. El inocente, conscientemente o no, se mueve en un mundo de valores (el amor, en primer término), el imbécil se mueve en un mundo en el cual el único valor está dado por el ejercicio del poder.

Los imbéciles buscan el poder en cualquier forma de autoridad: el dinero en primer término, y toda la estructura del estado, desde el poder de los gobernantes hasta el microscópico, pero corrosivo y siniestro poder de los burócratas, desde el poder de la iglesia hasta el poder del periodismo, desde el poder de los banqueros hasta el poder que dan las leyes. Toda esa suma de poder está organizada contra la poesía.


Como la poesía significa libertad, significa afirmación del hombre auténtico, del hombre que intenta realizarse, indudablemente tiene cierto prestigio ante los imbéciles. Es ese mundo falsificado y artificial que ellos construyen, los imbéciles necesitan artículos de lujo: cortinados, bibelots, joyería, y algo así como la poesía. En esa poesía que ellos usan, la palabra y la imagen se convierten en elementos decorativos, y de ese modo se destruye su poder de incandescencia. Así se crea la llamada "poesía oficial", poesía de lentejuelas, poesía que suena a hueco.

La poesía no es más que esa violenta necesidad de afirmar su ser que impulsa al hombre. Se opone a la voluntad de no ser que guía a las multitudes domesticadas, y se opone a la voluntad de ser en los otros que se manifiesta en quienes ejercen el poder.


Los imbéciles viven en un mundo artificial y falso: basados en el poder que se puede ejercer sobre otros, niegan la rotunda realidad de lo humano, a la que sustituyen por esquemas huecos. El mundo del poder es un mundo vacío de sentido, fuera de la realidad. El poeta busca en la palabra no un modo de expresarse sino un modo de participar en la realidad misma. Recurre a la palabra, pero busca en ella su valor originario, la magia del momento de la creación del verbo, momento en que no era un signo, sino parte de la realidad misma. El poeta mediante el verbo no expresa la realidad sino participa de ella misma.

La puerta de la poesía no tiene llave ni cerrojo: se defiende por su calidad de incandescencia. Sólo los inocentes, que tiene el hábito del fuego purificador, que tienen dedos ardientes, pueden abrir esa puerta y por ella penetran en la realidad.

La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.


Publicado en Poesía = Poesía Nº 9 Agosto
de 1961, Buenos Aires

domingo, 21 de noviembre de 2010

Sobre angeles

"Cómo están sujetas las alas a la espalda de los ángeles", 11 minutos de animación tenebrosa y deliciosa.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Una bonita despedida

Cuántas películas y cuánto genio se van con él.



Biología de la religión

El número trimestral de "Mente y Cerebro" que está en lo kioskos tiene un par de artículos sobre BIOLOGÍA DE LA RELIGIÓN. El contenido de estas revistas no suele encontrarse luego en Internet.

El artículo principal se titula HOMO RELIGIOSUS y es un resumen de un libro de Michael Blume, investigador de las religiones en la Universidad de Heidelberg, de 2008, que no parece estar traducido al español. Su tesis es que la religión surgió y se universalizó porque representó una "ventaja evolutiva", es decir, mejoró la capacidad de supervivencia del Homo Sapiens.

Entresaco algunos párrafos:

Múltiples datos revelan la espiritualidad y la religiosidad como productos "beneficiosos" de la evolución. >

LA FE IMPULSA EL ALTRUISMO

En Israel, la mayoría de los kibutz laicos se encuentran en peores condiciones económicas que los religiosos. Asimismo, estudiando el candomblé brasileño, se constata que cuanto más exigentes son los rituales comunes, mayor resulta la disposición a ayudarse mutuamente. >

Presumiblemente, la conducta religiosa apareció en Homo sapiens y en el neandertal como consecuencia del crecimiento del córtex prefrontal, región cerebral que está en relación con los recuerdos biográficos, la planificación, l a valoración y el control de los impulsos. Nuestra capacidad de reflexionar sobre la propia vida arroja, evidentemente, la pregunta sobre su significado. Por ello, en todas las comunidades religiosas conocidas se vinculan también las enfermedades y las desgracias a relaciones inarmónicas con agentes sobrenaturales. Los ocasionales "golpes del destino" pueden interpretarse de manera sensata de este modo.
A la vez, surge la esperanza de cambiar la situación mediante rituales, danzas, súplicas y oraciones. Aquellos humanos que, a través de dicha conducta, se envían mutuamente señales de fe en un "observador sobrenatural" experimentan más confianza y cooperación recíproca. >

MATRIMONIOS MÁS ESTABLES, MÁS HIJOS

Desde el p.d.v. de la biología evolutiva, para el éxito de un rasgo -como en nuestro caso la religiosidad-, es decisiva la transferencia de los genes rlacionados de generación en generación. Así pues, la pregunta sería: ¿conciben de media más hijos las personas religiosamente activas?

(...) A escala mundial, las personas religiosas se casan antes, permanecen con mayor probabilidad unidas y tienen más descendencia que en el caso de semejantes laicos de la misma región, mismo nivel económico y misma educación.

(...) En todas las religiones, son las mujeres las que se compromenten con mayor ímpetu a su fe, a pesar de que son los varones los que suelen reclamar para sí los papeles religiosos más expuestos. Este resultado es efecto de la "selección sexual". Las mujeres valoran la religiosidad como indicador de buena salud y confianza en un compañero potencial; los varones la usan como oportunidad para mostrar del modo más ventajoso posible cualidades como la fidelidad, el sentido de familia o la responsabilidad. >

RESUMEN

La religión: eficacia biológica

1. Con la formación del córtex prefontral, los humanos adquirieron la capacidad de autorreflexión, y con ello, la duda sobre el sentido de la vida.

2. Ya los niños creen intuitivamente en la persistencia del alma tras la muerte, así como en la existencia de una instancia sobrenatural.

3. Una fe común, unos preceptos y unos rituales obligatorios refuerzan la cohesión y la confianza en el seno del grupo. Además, por término medio, los creyentes tienen más descendencia. >

Sin embargo, la utilidad evolutiva por sí sola no supone aún un juicio de valor. Los engaños y las agresiones pueden considerarse de igual manera eficaces desde una perspectiva evolucionista, sin que por ello debamos celebrar o aceptar tal comportamiento. Además, en las comunidades religiosas especialmente estrictas no solo aumenta la confianza y la cooperación, sino que también crece la delimitación entre seguidores de distintas creencias o ateos, el rechazo a la tolerancia y el humor, e incluso en parte, la disposición a imponer por la fuerza algunos intereses.


Hay una versión reducida de este artículo (en inglés) en:

www.scilogs.eu/en/blog/biology-of-religion/homo-religiosus-the-natural-history-of-religion

sábado, 13 de noviembre de 2010

Mande...

No se si será un broma para reírse del que pregunta , porque me parece que tanta estulticia no puede ser en serio.


domingo, 7 de noviembre de 2010

Aprende a manejar Facebook

Para los que todavía no saben manejar Facebook...