miércoles, 28 de febrero de 2018

No estáis solos.
No estáis solas.
Y un poco tú, un poco yo, vamos formando un nosotros.
Y repito que no estás solo.
Y repito que no estás sola.
Aunque a veces en este sinsentido, lo parezca.




martes, 27 de febrero de 2018

Rafal Olbinski.

Espero poner una sonrisa en tu boca.

"La Traviata" Rafal Olbinski.


Corazonadas.


Humphrey Bogart.

Esta es una historia que merece la pena ser contada. Su protaganista es Maud Humphrey (1868-1940), una famosa ilustradora infantil neoyorquina con un sello inconfundible que hoy definiríamos como “rematadamente cursi” pero que a comienzos del siglo XX hacía furor en el mundo anglosajón. Maud imponía también su estética en la ropa escolar de sus hijos, que asistían a la Trinity School sometiéndose al escarnio de sus compañeros de clase. Al menos así le sucedió al pequeño Humphrey, que –con el paso de los años– se convirtió en ese sujeto lacónico, duro y cínico del Olimpo cinematográfico. Así que quizás tengamos que agradecer a Maud su perversa influencia en la educación de Humphrey Bogart.


sábado, 24 de febrero de 2018

Shigeki Matsuyama.

 DAZZLE ROOM. Instalación, 2016. 

En estos días, estamos siempre al alcance de la mano de un teléfono inteligente. Gracias a esta útil herramienta, ahora podemos recuperar la información que estamos buscando más rápido que nunca. Sin embargo, a cambio de esa velocidad, omitimos el acto de la experiencia personal. Se ha escrito que "las palabras solo estimulan alrededor del 15% de las células formadoras de memoria, mientras que la experiencia real estimula el 95% de ellas". De esta manera, nuestra adquisición repetida de información sin experiencia real (buscar las cosas en línea cuando las necesitamos y olvidarlas cuando hemos terminado) significa que obtenemos solo conocimiento desechable. Somos buques vacíos, y nuestro conocimiento está contenido en nuestros teléfonos inteligentes.

Shigeki Matsuyama


viernes, 23 de febrero de 2018

Georg Frideric Händel

El inicio es simplemente una llamada al ánima , a lo más íntimo de nuestra persona.
Georg Frideric Händel [1685-1759]
Dove Sei [Rodelinda]
Verdi prati [Alcina]
Andreas Scholl - countertenor
Dove sei, amato bene?
Vieni, l'alma a consolar.
Sono oppresso da' tormenti
ed i crudeli miei lamenti
sol con te posso bear.

Lovecraft

CTHULHU, de Lovecraft.
En la imagen, extracto de anotaciones de H.P. Lovecraft de 1934 donde garabateó por primera vez su criatura Cthulhu.
"La emoción más antigua y más fuerte de la mente humana es el temor, y la más antigua y fuerte clase de temor es el temor a lo desconocido..." - H.P. Lovecraft


Mario Benedetti

Buenos días. Cualquier momento puede ser bueno. Pero si sabe a fin de semana, mejor.
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo 
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
No te salves.

Mario Benedetti


lunes, 19 de febrero de 2018

"Un día de estos la cabeza dejará de dar vueltas,
para cejar en la negación del entendimiento.
Dorar al fuego tibio del corazón los sentimientos de la buena gente,
esa que mora por lugares lejanos y aparece en momentos insospechados.
Un día de estos haremos por fin los preparativos para el entierro de las malas artes,
y tod@s comprenderemos que el poder individual es el de crear,
somos arte san@s de la vida.
Un día de estos atestiguarán las urracas que brilla más una sonrisa que los cachivaches que se llevan al nido,
la necesidad de comunicarnos hará del deseo de tener un pasillo para su entierro,
la senda del cementerio de las cosas olvidadas por que ya no sirven,
obsolescencia de luz de medianoche,
cambio mirada por linterna,
un copo de nieve por un bit,
el calor de un abrazo por lo último en ropa invernal.
Sí,
un día de estos sin sospechar las intenciones algo nos envolverá con la frescura de un prado que se escurre en los bordes de un barranco,
no habrá contención y el llanto y la risa serán monedas de desahogo,
los niños desearán ser niños y los mayores querrán ser,
y en ese estado,
en la silueta de la sombra de un alma inquieta buscaremos para hallarnos,
y al hallarnos encontraremos al resto,
desde una brizna de hierba a una hermana ballena,
desde la mota de polvo a una montaña,
porque un día de estos comprenderemos que el universo somos nosotros y que para que todo gire tan solo hay que amar.

miércoles, 14 de febrero de 2018

“El tiempo”

Llega un momento en la vida cuando el tiempo nos alcanza. (No sé si expreso esto bien.) Quiero decir que a partir de tal edad nos vemos sujetos al tiempo y obligados a contar con él, como si alguna colérica visión con espada centelleante nos arrojara del paraíso primero, donde todo hombre ha vivido una vez libre del aguijón de la muerte. ¡Años de niñez en que el tiempo no existe! Un día, unas horas son entonces cifra de la eternidad. ¿Cuántos siglos caben en las horas de un niño?
Recuerdo aquel rincón del patio en la casa natal, yo a solas y sentado en el primer peldaño de la escalera de mármol. La vela estaba echada, sumiendo el ambiente en una fresca penumbra, y sobre la lona, por donde se filtraba tamizada la luz del mediodía, una estrella destacaba sus seis puntas de paño rojo. Subían hasta los balcones abiertos, por el hueco del patio, las hojas anchas de las latanias, de un verde oscuro y brillante, y abajo, en torno de la fuente, agrupadas, las matas floridas de adelfas y azaleas. Sonaba el agua al caer con un ritmo igual, adormecedor, y allá en el fondo del agua unos peces escarlata nadaban con inquieto movimiento, centelleando sus escamas en un relámpago de oro. Disuelta en el ambiente había una languidez que lentamente iba invadiendo mi cuerpo.
Allí, en el absoluto silencio estival, subrayado por el rumor del agua, los ojos abiertos a una clara penumbra que realzaba la vida misteriosa de las cosas, he visto cómo las horas quedaban inmóviles, suspensas en el aire, tal la nube que oculta un dios, puras y aéreas, sin pasar.
Luis Cernuda

viernes, 9 de febrero de 2018

Magdalena Kozená

Siguiendo, como hago regularmente, los vídeos de mi admirada Magdalena Kozená, encuentro este montaje del artísta José Manuel Ballester, extraño y atractivo si lo contemplas un rato con el fondo de la hermosa canción de Haendel en su ópera Alcina.

Khatia Buniatishvili

Elegante, con una personalidad que transmite fuerza, Khatia Buniatishvili es una pianista mediática y famosa, pero también una intérprete con una técnica depurada y una concepción interpretativa directa, enérgica y muy emocional.
"Der Tanz in der Dorfschenke" (alemán: "El baile en la taberna del pueblo"), fue concebido primero para orquesta y más tarde como obra para piano. El episodio que Liszt eligió de la obra de Lenau transcurre en la taberna del pueblo (La danza/Taberna del pueblo/Boda. Música y danza) y es de una naturaleza más bien erótica"(Wiki)
El vestido rojo de Khatia es ya un icono de los escenarios.


Cuentan que durante el invierno de 1926, en Winnipeg (Canadá) se produjo un incendio en los establos del hipódromo y los caballos huyeron despavoridos. Su única vía de escape era el río, pero las aguas estaban a tan baja temperatura que murieron al intentar cruzarlas. El río se congeló y las cabezas de los caballos quedaron expuestas, sobresaliendo del hielo en posturas desesperadas. En Winnipeg no debía pasar nada muy interesante así que la gente se acercó a ver las cabezas y la visita al lugar se convirtió en un acontecimiento en la comarca.
Sobre este y otros recuerdos, imaginados o reales, el cineasta Guy Maddin realizó en 2007 un falso documental, titulado “My Winnipeg” al que pertenece la imagen de este post y que un crítico calificó como “El film más hermoso, más extraño y más triste que he visto”. 



sábado, 3 de febrero de 2018

Franz von Suppé

Franz von Suppé (Split, 18 de abril de 1819 - Viena, 21 de mayo de 1895) fue un compositor y director de orquesta austrohúngaro romántico . Lo curioso del asunto es que algunas de sus obras se popularizaron al ser usadas en "dibujos animados" Disney, Warner, Looney Tunes). En su vejez optó por dedicarse a componer música sacra incluido un Requiem.

El día que murió la música

El día que murió la música se refiere al accidente de aviación que tuvo lugar el martes 3 de febrero de 1959, día en que los compositores y músicos de rock and roll Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper, junto con el piloto Roger Peterson, fallecieron durante la gira que estaban llevando a cabo por Estados Unidos. Su avioneta de cuatro plazas "Beechcraft Bonanza" se estrelló en un campo de maíz de la pequeña localidad rural de Clear Lake (condado de Cerro Gordo), en el estado de Iowa. El accidente fue conocido como "El día que la música murió" por la canción de Don McLean «American Pie» (1971).

viernes, 2 de febrero de 2018

Jascha Heifetz

Jascha Heifetz fue uno de los violinistas más destacados del siglo XX. Nacido en Vilna (Lituania) hacia 1900 dio su primer recital en Estados Unidos en 1917, cuando su precoz fama en Europa le precedía. Cuando años más tarde le dijo a su admirador Groucho Marx que se había estado ganando la vida como músico desde los siete años, Groucho le contestó: «Y supongo que antes de eso era usted un simple holgazán».
En 1920 dio un concierto memorable que pasó a la historia de la música. Su primera pieza fue una poco conocida entonces que causó sensación: la Chacona de Tomaso Antonio Vitali, muerto en 1745. Sin embargo, esta composición solo se conoció en el siglo XIX, cuando Ferdinand David, un amigo de Mendelshon, publicó una serie de obras para violín y continuo, adjudicando ésta a un "Tomaso Vitalino" que nadie conocía. Los expertos niegan que sea de aquel Vitali del siglo XVIII porque la pieza es más romántica que barroca y no tiene que ver con las pocas composiciones conocidas de Vitali.
¿Era del propio Ferdinand David, que quiso gastar una broma a la posteridad? Nunca lo aclaró y la pieza dormitó muchos años hasta que Heifetz la presentó en Nueva York. Los críticos se quedaron asombrados porque nadie la recordaba y se dieron cuenta entonces que su virtuosismo era inmenso. Hoy en día está considerada la Chacona más famosa después de la de Bach.