domingo, 14 de abril de 2013

De "La reina de las hadas", de Purcell.

De "La reina de las hadas", de Purcell.

¿Si el amor es dulce, por qué atormenta?
¿Si es amargo dime, de dónde viene mi contento?
¿Mi sufrir, siendo placer, por qué me apena;
por qué peno por mi suerte, si sé que es en vano?
¡Es tan agradable el pesar y tan dulce el dardo
que hiere acariciándome el corazón!
Tomo dulcemente su mano, la miro abatido
y le hago saber mi amor con un silencio ardiente.
Sin embargo, me alegro cuando
no me muestra su propio amor.
En su esfuerzo por esconderlo, me revela su llama
y nuestros ojos dicen lo que no osamos expresar.




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