Moría así George Eastman, el hombre que cambió para siempre el mundo de la fotografía. En 1888, con 34 años, registró la marca Kodak y la patente de la Kodak 100 Vista. La comprabas por 25 dólares y podías hacer 100 fotos, después de lo cual se enviaba a la casa Kodak para revelarlas. Tras pagar 10 $ más, te la volvían a enviar cargada con otras 100 fotos.
Si la facilidad del procedimiento (para su época) popularizó como nunca la fotografía, la introducción al año siguiente del carrete de celuloide que podías instalar tú mismo, hizo que la venta de cámaras alcanzase números astronómicos. Todo el mundo quería una, todos querían mostrar sus fotos. El mundo digital aún tardaría más de un siglo en relevar aquel prodigio.
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