miércoles, 2 de marzo de 2011

Suze Rotolo

No sabía cómo se llamaba, ni que hubiera sido su musa, pero desde que heredé por vía ganancial la colección de vinilos que atesoro me había fijado muchas veces en esta carátula en que una chica aparecía colgada del brazo de un jovencísimo Dylan. Por lo visto esta esquina se ha convertido es lugar de encuentro de melómanos y de visita turística de seguidores, pero para mi esta escena que resulta intemporal y sin mucha vinculación con un lugar determinado, tiene sobre todo el valor de contar con toda autenticidad la emoción que significaría ese momento. Un chico y una chica, helados pero divertidos, pasean enamorados cogidos del brazo. La chica, de la que dejó escrito, Empezamos a hablar y mi cabeza comenzó a girar, influyó además en sus ideas pacifistas y contestatarias que siempre manifestaría en sus canciones.

Y la magia de esta instantánea que trasmite “el esplendor en la hierba” de Bob y Suze, la mantendrá viva pasa siempre.

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