Me imagino que todo podría ser más fácil. O que al menos, quisiéramos con toda nuestras fuerzas que lo fuera.
Pero hay veces, en las que por mucho que se quiera, no se puede. Y aceptarlo es un proceso largo y doloroso, en el cual perdemos una parte de nosotros mismos que pensamos que no vamos a recuperar nunca.
Somos puzzles. Y hay piezas que no encajan ahora. Y que no encajarán nunca. Te pongas como te pongas y por mucho que te empeñes.
Dejar ir es una lección que cuesta aprender. Porque es injusto que no sea así. Porque no me lo merezco. Etc.
Ayyyyy la vida!!! Esa en que a veces solo queda decir: Es lo que hay.
Y a otra cosa.
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