lunes, 25 de septiembre de 2017

Rescate de niños

Dice Juan Villoro que los mexicanos llevan un sismógrafo bajo la piel y además, con la lucidez acostumbrada, que los sismos son los verdaderos jueces de la honestidad o desfachatez de los ingenieros y arquitectos. En tragedias como la de hoy se miden los abusos y mentiras de quienes han apuntalado estructuras que se derrumban a la primera sacudida, pero también la oleada de millones de mexicanos que alzan la mejor cara de México, la honesta transpiración sin horarios que echa la mano sin fijarse en apellido o color de piel, el alivio incansable para quien llora o tiene sed, la serena mirada vidriosa que contagia a todos para seguir adelante y crecerse mucho más allá de los discursos y corbatas.

Son escenas desgarradoras. Escuela Enrique Rebsamen. Edificio derrumbado, 21 niños, 4 profesores muertos.

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