'La mejor arma en manos del opresor es la mente del propio oprimido'.
En la escuela no se conformaba con aprender a leer y a escribir y reclamó una buena educación. La educación es la escuela de los ciudadanos libres. Lo echaron de la escuela.
Acabados los estudios de secundaria en un internado católico, Steve Biko va a la Universidad para estudiar medicina. Se afilia a la Unión Nacional de Estudiantes Sudafricanos. Los principales responsables de la organización son blancos con buenas intenciones y él estima necesario tener dirigentes negros, dueños de su propio destino. Abandona la asociación y crea la Organización de Estudiantes Sudafricanos para empezar a crear una conciencia negra, abierta a todos aquellos ciudadanos de tercera, apartados de todo, negros, chinos, árabes o hindús. Lo expulsan de la Universidad.
En 1972 participa en la fundación de la Convención de Pueblos Negros, que agrupa a casi un centenar de asociaciones y desarrolla el Programa de la Comunidad Negra, que ofrece asistencia médica y legal en comunidades negras, además de impulsar la creación de pequeñas empresas. En el marco de ese programa edita la Revista Negra, órgano de expresión de la comunidad negra. Le cierran la revista. Protesta. Le decretan arresto domiciliario. Protesta. Lo destierran al este del país, a su ciudad natal, King William's Town. No se calla. Se le prohíbe hablar en público y publicar sus escritos.
En King William's Town realiza trabajos comunitarios. Se le prohíbe desempeñar cualquier trabajo. Empieza a sacarse los estudios de Derecho por correspondencia y funda el Ginsberg Educational Trust para ayudar a los estudiantes víctimas de la persecución racista. Lo encierran unos días y funda el Zimele Trust Fund para ayudar a los presos políticos y sus familiares.
A través del Movimiento de Conciencia Negra se alienta a los jóvenes negros a reclamar una educación en su propia lengua, que emane de sus raíces y los convierta en ciudadanos orgullosos de serlo. Esas peticiones propician el levantamiento de Soweto, reprimido brutalmente. Más de 500 niños y niñas son asesinados por la policía.
Tras la masacre se toman medidas para restablecer y mantener el orden, así que lo arrestan y es condenado a confinamiento solitario. Al salir se le prohíbe estar con más de una persona simultáneamente. Mantiene reuniones para organizar la protesta. Lo detienen. Al salir asiste a actos públicos reclamando justicia y denunciando la extrema violencia del Estado. Lo detienen.
El 18 de agosto de 1977, Steve Biko, 30 años, casado, dos hijos, vuelve a su casa después de participar en un mitin. Lo detienen en Port Eilzabeth, le aplican la ley antiterrorista y acaba en el edificio Sanlam, reconocido centro de tortura. La policía de seguridad lo interroga y le propina palizas, a bastonazos, durante 22 horas seguidas, hasta dejarlo en estado de coma.
La policía traslada el cuerpo de Steve Biko a la comisaría de Walmer, apartada en los suburbios de Port Elizabeth, y lo dejan encadenado a las rejas. El 11 de septiembre Steve Biko parece entrar en un estado de semiconciencia y el médico recomienda llevarlo al hospital. Para qué ingresarlo en el hospital de Port Elizabeth pudiendo hacerlo en el de Pretoria, a más de mil quilómetros de distancia.
Steve Biko, desnudo y esposado, es cargado en la parte trasera de un Land Rover para un viaje de 12 horas. El 12 de septiembre de 1977, hoy se cumplen 40 años, llega a Pretoria y es confinado en una celda a espera de revisión médica. El médico sólo puede constatar su muerte por daños cerebrales irreparables. El gobierno comunica que ha muerto por haber mantenido una huelga de hambre. Pasarán 20 años para que se restablezca la verdad.
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