En la mitología
persa, sangue sabur, «la piedra de la paciencia», es una piedra mágica a la que
uno le cuenta sus desgracias, sus sufrimientos, sus miserias, para confiarle
todo lo que no nos atrevemos a revelar a los demás… La piedra escucha, absorbe
como una esponja todas las palabras, todos los secretos, hasta que un buen día
explota… Y ese día, uno queda liberado.
En Afganistan, una mujer decide que su piedra
de la paciencia será su marido, que se encuentra en coma a causa de un
accidente y le va contando, entre cañonazos y disparos, violaciones, hambre y
sed y miedo, mucho miedo, todos sus secretos, que son muchos y muy grandes.
Si no la habéis visto intentad verla, creo que
merece la pena. Es una película para mujeres, pero no sólo.
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